ROSA DE FUEGO - ICE FANTASY (YANDA X SHI)

CAPÍTULO X

Salones del Inframundo

- ¡Que fue lo que estás diciendo, que el príncipe del reino de hielo le propuso matrimonio a mi princesa!, se oyó gritar enfurecido al rey de los infiernos Lin Ying Fang.

- Señor calme su ira por favor le dijo el espía que había llegado con las noticias del palacio de fuego.

Lin Ying Fang, levantó su mano haciendo en ese instante desaparecer al espía entre sus gritos desgarrados quemándolo.

- General Huan Xuo, preséntese aquí, Grito Lin Ying Fang.

Un hombre de fiero aspecto se acercó hasta él, haciendo una reverencia: - Dígame su majestad, pregunto el general.

- Reúne a tus hombres, esta noche partirán y me traerán a la princesa Yan Da sana y salva, usarás el agua de control para tener a más infiltrados que te ayuden en el palacio, no quiero errores sino terminarás como él, le dijo señalando las cenizas del espía aniquilado.

Huan Xuo, observo temblando la ira de su amo, sabiendo que cuando el destruía a alguna persona de esa forma su alma nunca encontraría descanso y vagaría por el inframundo sin parar, entendiendo que su amo no dudaría en aniquilarlo, le hizo una reverencia aceptando la orden: - Su siervo obedece, le contesto saliendo del salón real.

- Ying Kong Shi, no sé quién eres, pero espero que no seas tan tonto de codiciar algo que no te pertenece, dijo Lin Ying Fang soltando una risa espeluznante.

Palacio de Fuego - Pabellón Rubí

Yan Da estaba observando por el balcón las estrellas, tenía los ojos hinchados de tanto haber pasado la tarde llorando, aun no sabía como estaba metida en este problema, había buscado a Peng Peng lo que quedaba de la noche, pero el no estaba por ningún lado, seguramente se estaba escondiendo de ella, eso la llenaba de gran tristeza, quería explicarle lo que había pasado, pero si él se negaba a escucharla como podría hacerlo, agacho su cabeza para colocar su frente contra el barandal del balcón, cerrando los ojos llego a su mente que en realidad eso no era el problema, el problema era que así quisiera negarlo, sentía mucha atracción por el príncipe de hielo, "Ying Kong Shi", sus labios pronunciaron lentamente su nombre, recordando los encuentros que habían tenido, nunca se sintió tan atraída por nadie como lo estaba por él, desde que lo conoció sintió como si estuvieran conectados, peor aún la manera como físicamente la atraía a él, los besos que compartieron como desde que el momento que la había besado por primera vez disfruto demasiado de su sabor, tan caliente, tan abrasante, como fundirse en lava hirviendo, todos sus encuentros con él fueron de esa manera, incluso a pesar de haber visto en los ojos de Peng Peng la decepción que ahora sentía, aún pesaba más la sensación de los brazos del principe rodeándola, de su pecho latiendo sobre el suyo, sus caricias en su piel aún provocaban que se le erizara la piel, pero lo que más le perturbaba la cabeza fueron sus palabras:

"No creo que estés enamorada de él, si lo estuvieras no me corresponderías de esta forma".

"Quizás solo has estado embelesada por el todo este tiempo, no sería raro que te sintieras atraída por él, al fin y al cabo fue el único hombre tan pegado a ti después de tus hermanos, pero si estamos hablando de amarlo no creo que lo hagas, sino no hubieras correspondido anoche mis besos y mucho menos ahora".

Yan Da suspiró, apretando sus manos contra el barandal, y si el tenía razón y solo era un enamoramiento pasajero por Peng Peng, quizás al estar siempre juntos había provocado que ella tuviera esos sentimientos, pero en verdad no estaba sintiendo nada más por Peng Peng que cariño y lo estaba confundiendo, volvió a suspirar para abrir los ojos y mirar fijamente al jardín, todo se sentía en silencio y muy calmado, estaba mirando por unos segundos más, hasta que se puso a pensar en algo.