Black Night

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- ¿Estás listo? -preguntó Rubén, mientras esperaba en la puerta de una de las habitaciones de la casa.

- Ya estoy saliendo -respondió Hex, mientras se acomodaba la ajustada ropa que se había puesto para estar preparado en caso de que los cazadores entrarán a la casa-. Esta ropa es algo incomoda.

- Es casi igual de apretada que la ropa que acostumbras a usar -dijo Rubén, mientras apoyaba su cabeza en la pared.

En eso, Hex sale de la habitación, levemente sonrojado por la ropa que estaba utilizando. Se trataba de ropa de cuero apretada, con implementaciones de fibra de carbono anti-balas. Era de un color negro, con unas lineas de color gris como decoración. Rubén estaba vestido de la misma manera, pero con ropa un poco más grande.

- No metas a mi ropa en ésto -dijo indignado mientras le apuntaba con el dedo.

Rubén rodó los ojos y fue con cautela hacia uno de los ventanales de la casa para mirar a través de ella.

Si meter el más mínimo ruido, Rubén corrió la cortina y vio a través de ésta, para ver la cantidad de cazadores que habían en un solo lado de la casa. Se sorprendió levemente al ver casi a 6 hombres con ropas negras y grandes capuchas que les tapaba casi la mitad de la cara.

Tornó sus ojos en rojo para poder ver los cuerpos de los hombres de mejor forma en la inmensa oscuridad de la noche en la que se encontraban, y pudo ver que traían sus típicas ballestas y cuchillos adheridos a sus cuerpos.

- ¿Como le haces para ser tan silencioso? -preguntó Hex-. Es decir, literalmente no metiste un solo ruido al caminar, ¿Eras un espía antes?

Rubén solo lo miro.

- ¿Podrías hacer temas de conversación en otro momento? -dijo Ruben-. No es el mejor momento Hex.

- Verdad, verdad -respondió Hex mientras retrocedía a paso lento.

Hex, al tener una terrible suerte, se tropezó, y al caer golpeó un mueble, y de éste se cayó un pequeño jarrón de porcelana, el cual se destruyó instantáneamente al tocar el suelo.

Rubén miro a Hex con preocupación y se le acercó con rapidez.

- ¿Estás bien? -preguntó Rubén.

- Alguien normal en este momento me estaría insultando por lo torpe que soy -dijo mientras que con una mano se tocaba la mejilla, avergonzado.

- Pues, yo no soy alguien normal -dijo esbozando una sonrisa.

Hex le sonrió de vuelta.

Rubén ayudó a Hex a pararse, y cuando ya estaba de pie, una flecha entró por la ventana, rompiendo el cristal y quedándose alojada en la pared.

Rubén se posicionó detrás de Hex, lo tomó por ambos hombros y lo guió a la planta baja de la casa.

- Ayudame a poner barricadas en las entradas -dijo Rubén una vez ya en el primer piso de la casa.

Hex simplemente asintió.

Así, tras un par de minutos, Hex y Rubén ya habían puesto unos muebles en las puertas para así evitar la entrada de los cazadores.

- ¿Lo cazadores siguen ahí? -preguntó Hex.

Rubén miró por una de las ventanas con cautela, deslizando suavemente la cortina.

Fue testigo de como un par de éstos hablaban sobre sus armas.

- Yo creo que deberíamos usar armas de fuego y no estas sobrevaloradas ballestas -dijo uno de los hombres mientras dejaba la ballest en el piso, para de su bolsillo sacar una pistola.

The Count (Piloto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora