Restwood Tales

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Ya habían pasado cerca de cinco días desde que los cazadores habían irrumpido en la casa de Caín.

Todos estaban tensos y nerviosos por los cazadores, pues no habían señales de ellos.

La mayoría del grupo pensaba que estaban planeando un ataque masivo tras la muerte de 10 de sus compañeros, mientras que el resto pensaba que se estaban recomponiendo y tomando un respiro.

Y a fin de cuentas, era un respiro para todos. Pues como no había ataque, no dejaban sus vidas en riesgo. Finalmente, cinco días de paz para los Counters.

Sin excluir a Hex y el resto de los Substers, quienes también estaban en una especie de "vacaciones" al no tener que estar protegiendo de amenazas a sus Counters.

Eran ya las 12:30 am de un sabado, y Hex se encontraba en su cuarto, listo para acostarse.

Se sacó su ropa y se puso un poleron negro y grande que encontró en la casa de Caín hace unos días, el cual ahora ocupaba como pijama.

Se sacó los calcetines y se miró al espejo, viéndose a sí mismo, vestido solo con un largo poleron que le llegaba a los muslos.

Apagó las luces y se acostó en su cama.

Dio un gran suspiro, sonrió y cerró los ojos para dormirse.

Todo quedó sumido en silencio.

***

No pasaron ni 15 minutos y algo despertó a Hex.

Trató de agudizar su oído para escuchar algún otro ruido que pudiera molestarle, al no escuchar nada se volvió a acurrucar en la cama.

- Te estas volviendo loco, Hex -se habló a sí mismo el chico, mientras trataba de dormir nuevamente.

Minutos más tarde, volvieron los ruidos.

Hex se levantó de su cama, sobresaltado, seguro de que no estaba loco y de que realmente había algo sonando.

Fue sigilosamente en dirección al pasillo de su casa, ubicado en el segundo piso.

Lo primero que pudo divisar fue la luz proveniente del piso inferior.

- Efectivamente, hay alguien en casa -pensó Hex, pues el había apagado todas las luces de la casa.

Fue en dirección a la habitación de sus padres y tomó el palo de golf de su padre, el cual estaba detrás de la puerta.

Tras tener el palo de golf en su poder, dio un respiro y lentamente fue un dirección a la escalera.

Hex podía escuchar claramente cómo alguien caminaba en el piso inferior. Cosa que estaba poniendo nervioso a Hex.

- ¿Y si es un cazador? -pensó Hex-. Dudo que pueda defenderme con un palo de golf frente a un fusil de asalto.

Hex se apoyó en la pared, asustado, sin saber que hacer.

Finalmente encontró agallas y fue sigilosamente bajando la escalera.

The Count (Piloto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora