Despues de aquel adios del que apenas nos distanciaban unos 10 o 15 minutos de distancia, el viaje se me hizo eterno.
Recordaba la noche, cuando al girarme lo veia dormido, con esa carita que a dia de hoy sigo adorando a cada segundo que pasa, podria haberlo observado durante horas, pero el sueño me vencio.
Sus besos...que aunque ese dia hubieran sido contados ya que estabamos bastante timidos, me llenaron. Me hicieron feliz.
La pelicula que me dejo viendola sola porque como dije se durmio, aun con eso fue perfecto.
Llegaba ya a mi casa, triste pero feliz de saber que el habia llegado para quedarse para siempre.