Otro día más, cada mañana, tarde y noche; rezo para ya no despertar.
La gente me desprecia y me odia.
Las únicas personas que creí que me amaban resultaron ser una farsa.
Mis días son tan grises. Y aunque piensen que estoy loca, no, no lo estoy.
A veces el dolor es tan fuerte que nuestra primera opción es el suicidio.
Esto lo escribo yo: Gemma.
Para: papá y mamá.
Ustedes no entienden que yo no soy feliz.
No siento apoyo por parte de ustedes. Pero no se preocupen, no les guardo rencor.
Al contrario, los amo y mucho.
Agradezco que aunque no me hayan prestado mucha atención, me dieron una hermana con los sentimientos más puros y hermosos.
Cuidenla mucho, no cometan el mismo error con ella.
Y para ti hermanita, sé que trataste de sacarme de mi agujero sin fondo.
Quiero decirte que no te sientas culpable.
Sé también que trataste de que cambiara de opinión.
Eres una chica muy fuerte.
Tal vez existan momentos en el que somos débiles.
Pero como dicen por ahí, la vida no es vida si no tiene golpes bajos.
¡Los amo con todo mi corazón!
Esto no es un adiós, es un hasta pronto.
