Ya había llegado a la escuela.
Diariamente hacían revisión de mochilas.
Era como una ''regla'' de esa escuela.
Entré a biblioteca.
Mientras esperaba a mi amiga Dalia, ella usualmente llegaba a las 7.
Nuestra miss de literatura nos iba indicando quién leía, mientras nosotros seguíamos la lectura.
Finalmente mi amiga Dalia llegó, desde lejos me sonrió.
Cuando salimos de lectura empezamos a hablar.
- ¿Qué tal tu fin de semana At?- ella me decía así de cariño.
- Muy bien, hoy mi hermana brillaba de felicidad.
- ¡Qué raro! Cada que voy a tu casa está con cara de culo, sin ofender.
- No me molesta porque tienes la razón.
- Pero bueno, cambiemos de tema.
-¿Hay noticias sobre Gerardo?
Se preguntarán ¿Quién es Gerardo? Pues es mi crush.
Desde que comencé la secundaria él llamó mi atención. Pues porque el no era como los demás idiotas. Él es reservado, sonríe pero muy pocas veces. El cursa el 3er grado.
Siempre lo estoy stalkeando.
Pero a veces tengo mis momentos de pendeja. Ustedes me entienden. Le mandé mensajes como:
Athenea:
Hola. ✓✓ 3:00pm
Gerardo: 2 días después.
Hola.
Yo:
Soy Ximena de 1ero. 🙂
Él:
Jejejeje.
Yo de 3ro.
Y final de la plática. Se comportó algo raro. Muy tipo no me importa quién diablos seas.
Me partió mi poco corazón que tenía.
Pasaron los meses, aproximadamente como 3, él me empezó a mirar.
Al principio me gustó. Pero después me molestó. Me sentía ¿Rara? Sí, así me sentía.
Un día, al salir de biblioteca ellos estaban esperando para entrar. Entonces un amigo de él, le susurró algo en el oído.
Y él me miró.
Pero... Yo no me di cuenta de eso.
Dalia fue la que me dijo.
Les contaré soy algo así como: no me importa la vida. Y ni siquiera noto quién me mira.
Y desde ahí dije: Tal vez y le atraigo.
Pero saben qué. Siempre pienso mal.
Un día estaba casi corriendo al baño.
Pero el estaba con una chica, ella lo sostenía de la muñeca y acto seguido lo abrazo.
Yo me escondí detrás de los arbolitos.
Él sonreía. Y yo por dentro moría de celos. Pero después desapareció su hermosa sonrisa y le dió un leve empujoncito para que se apartara.
Y yo estaba tipo: Boom bitch!
Al final, a veces las cosas sí pasan como las pienso.
