10.. 9... 8...
Gritos se oían en la iglesia. Dos cuerpos moviéndose con frénesi sobre el altar. Dos seres disfrutando del dulce pecado de estar conectados entre sí, el estar haciendo esta atrosidad en un lugar santo solo los encendía más.
Pobre pecadora. El mismo placer del error se convertirá en la perdición de todos.
7...6...5...
Más desesperación, más perdición cada vez más cerca.
- Mira como disfrutas.. disfrutas tanto el mal como la sucia y repugnante pecadora que eres...
Dijo el chico de rubio con voz agitada complaciendo a la nueva integrante del mundo del dulce pecado.
La chica sólo lograba afirmar y lloriquear ante este acto.
4...3...2
Pasos rápidos se oyen a lo lejos.. poco a poco acercándose a los problemáticos de este relato pero a estos no les importaba más que seguir disfrutando de este mal. Mientras ya no creían aguantar más.
El tiempo se terminaba
1
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0
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Tik... Tak..
El tiempo acabo. Fue el fin y el comienzo de todo.
Todo marcado por una sinfonía de sonidos tocada en un segundo.
El sonido del reloj marcando las doce, el grito del climax de nuestra pecadora, eso sumándole el sonido de una puerta abierta junto con el grito de horror de una persona pura viendo la evidencia gráfica del acto maldito cometido.
Y entre toda esa oscuridad. lo que más destacó de ahí fue esa sonrisa. Esa sonrisa ladina que mostraba la maldad en su mayor esplendor.
La risa del chico rubio nació tan enfermizamente. Los otros dos expectadores miraban confundidos y asustados la escena.
El chico se alejó de los dos testigos para que aprecien mejor la escena de su gran aparición.
Gritos, risas se escuchaban en todo lugar. El rubio mostrando la verdad y el cambio ante todos.
El lugar antes adornado con su paz y su silencio acompañado con sus paredes blancas.
Se convirtió en un lugar llenos de gritos, desesperación, pecado adornado con las paredes ahora rojas por todo el lugar.
El hogar perfecto para el rubio, rey pecador.
El chico ahora hecho ser demoníaco, entre el ruido y sus risas por lograr su cometido, expulsó a los dos testigos de su ahora hogar.
Se armó un silencio cuando se fueron del ahora maldito lugar. Lo que parecía haber sido el fin del infierno solo había sido el comienzo de lo peor.
Los testigos de la mancha roja que se había formado entre el puro blanco del pueblo lo único que atinaron a hacer a puertas de la iglesia roja, sólo fue llorar.. llorar por el error cometido.
En esa noche de luna llena.
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-¡¡Hora de despertarse hijo mío!!
Fue lo primero que escucho Claus al despertarse de su sueño.
Poco tiempo tuvo para levantarse con tranquilidad ya que una señora mayor irrumpió en su habitación abriendo las ventanas diciendo:
- Vamos ¡arriba hijo! ¡Ya es un nuevo día!
El chico pelinegro solo atino a sentarse soñoliento de su cama.
Parecía ser otro día aburrido, en este pueblo aburrido, o eso al menos pensaba el chico.
Claus:
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¡Oh dulce pecado~!
Fanfiction"Déjame saborear el dulce pecado, déjame morder del fruto más jugoso y maldito que ni Dios quería que Adán y Eva la probaran. Arrástrame a la locura, a esa deliciosa y dolorosa locura que nos hace comernos a nosotros mismos. Muéstrame tu mundo pecad...
