Claus
-¡Al fin! ¡Terminaron las clases!- dijo Grabiel emocionado aunque no sé por que ya que después nos toca ir a la Iglesia, de nuevo. Cómo les dije antes nuestra rutina es la misma cada día solo que varía un poco en los días de ceremonia. No les voy a decir todo lo que hicimos en clases porque créanme no quieres saber lo "tan divertido" que fue aprender sobre ecuaciones de segundo grado, las reglas de tildación y los 10 mandamientos de Dios.
-Pues sí ahora vamos que tenemos que volver a ir a la Iglesia- le digo tranquilo guardando mis cosas.
- Lo sé, ¡para después ir a por nuestras cosas y prepararnos para la ceremonia!~ -me dijo con emoción cogiendo su mochila para ponérsela.
-Uy, si que divertido~ -digo con sarcasmo poniéndome la mochila para salir con el fuera del salón -¿Por qué te emocionado tanto? Es sólo una aburrida actividad algo diferente de todas actividades que hacemos día a día-
-Cambia esa actitud niño, ¡se más alegre por favor!-me dice divertido bajando las escaleras conmigo.
-En primera soy mayor que tu y en segundo tienes que admitir que tengo razón, pero si tanto quieres que cambie algo mi actitud te preguntaré ¿Qué vas a llevar a la ceremonia? -le pregunto tranquilo.
-Este año llevaré un objeto especial~ es un regalo que me dio la madre Isa cuando llegué al orfanato- me dice con una amplia sonrisa mientras llegábamos al segundo piso.
-Eso me recuerda, oye Gabriel ¿Y no tienes algo de tu mamá que quieras llevar?- le pregunto mientras veo que su sonrisa cambia a una expresión algo nerviosa.
- ¿D-de mi mamá?-tartamudea bajando la mirada- Pues la verdad, no tengo nada de mi mamá y tampoco es que quisiera algo de ella.- me dice algo fastidiado cuando menciona a su madre.
- Oye ¿sigues con eso? Por favor ya pasó un buen tiempo, tienes 17 no puedes seguir así con ella- le digo algo preocupado llegando con él a las escaleras para comenzar a bajarlas.
- Tsk ¿como que no? No quiero nada ni saber nada de ella. No merece mi perdón ni nada, Si no fuera porque ella era egoísta nada malo hubiera pasado - me dice fastidiado sin mirarme.
-Vamos estoy seguro que ella tuvo una buen ra-..-
- ¿Buena razón de que? ¿De abandonarme? ¿Eso dices? Claro, como a ti te parece buena razón abandonar a sus hijos, no queridos, sólo por sus caprichos- me dice molesto bajando más rápido las escaleras.
Me quedé algo sorprendido por su reacción, sabía de su historia y creía que ya lo había superado pero veo que sigue muy afectado. Gabriel es un buen chico, muy alegre que siempre trata de ver el lado bueno de las cosas, por eso a Madre Imelda se le rompió el corazón al tener que contarle la verdad de su madre.
Cuando Gabriel cumplió los 15 supo lo cruel que puede ser la verdad y lo doloroso que es enterarse de la verdad cuando casi toda tu vida te habían dicho la misma mentira.
"Tu madre vendrá pronto por ti, y nosotras la estamos ayudando para que cuando ella vuelva ustedes estén bien y puedan vivir bien con ella".Es lo que siempre le decían las madres de pequeño, grave error. Al final le tuvieron que contar la verdad.
Su madre era una convenida y no le importaba ofrecer su cuerpo a cambio de dinero. Ella podía vivir bien, venía de buena familia, pero pecados como la ociosidad, avaricia entre otros la dejaron así. Ella se acostó con un señor de buenas raizes , encima casado y fruto de ese acto de infidelidad nació Gabriel y su hermano, pero él no tiene la culpa de los actos de su madre.
El padre no se quiso hacer cargo y negó ser padre de las criaturas hasta tiempo después, ya que cuando Gabriel se enteró pidió ir a ver al señor, el cual aceptó ser el padre y dió pruebas como por ejemplo el día de cuando conoció a la madre de Gabriel. Casi nadie sabía de su acto pecador, además era rico, el dinero lamentablemente a veces hace callar las bocas.
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¡Oh dulce pecado~!
Fanfic"Déjame saborear el dulce pecado, déjame morder del fruto más jugoso y maldito que ni Dios quería que Adán y Eva la probaran. Arrástrame a la locura, a esa deliciosa y dolorosa locura que nos hace comernos a nosotros mismos. Muéstrame tu mundo pecad...