tocaron el timbre de salida y todos nuestros compañeros comenzaron a salir de aquel salón a excepción de Vladimir y mi porque estábamos castigados. la profesora ogro ingreso al curso para verificar si nos habíamos escapado de su castigo.
- por lo visto no se escaparon de su castigo. dijo la profesora
- como ve aquí estamos. dije sarcástica
la profesora me quedo viendo por la manera en que le conteste, vladimir empezó a mover las bancas para yo poder barrer mientras nosotros cumplíamos con el castigo que nos habían puesto injustamente la maestra le dio ganas de incrementarnos el castigo haciendo que también limpiemos la pizarra y mandándonos una redacción la cual quería para mañana a primera hora, una vez que terminamos de barrer y acomodar las bancas en su respectivo lugar limpiamos la pizarra y ordenamos los libros que se encontraban desordenamos en el escritorio.
- ya terminamos. dijo vladimir muy cansado
- pueden retirarse dijo la ogro con una sonrisa burlona
salimos de aquel salón, mientras caminamos por los pasillos vladimir me tomo de la mano haciendo que me detenga.
- no sabia que tenias tantas agallas Adriana. dijo muy curioso
- digamos que si. dije sonando intrigante
empezamos a reírnos hasta que una voz muy familiar interrumpió aquel momento de amistad.
- Adriana todavía sigues en el instituto. dijo valentina la enamorada de Alejandro
- si porque la pregunta. dije cortante
- porque tus primos te estaban esperando en la puerta principal pero como no salias se fueron. dijo muy segura de lo que había dicho.
- te llevo a casa en mi auto, dijo Vladimir muy amable
- gracias. dije con una sonrisa
sin mas nada que hacer en el instituto Vladimir y yo salimos esta el parqueadero en donde se encontraba aquel auto, como era de imaginarse era el único auto que estaba allí.
- te pareces si pasamos por una heladería. dije curiosa
- claro pero con una condición. dijo algo sonriente
- cual condición dije curiosa
- que me des tu numero de teléfono. dijo algo apenado.
uno dije nada solo me quede callada todo el trayecto hasta la heladería ha de pensar que o quiero dárselo cuando no es así en realidad es la única persona a quien conozco aquí y seria buena idea intercambiar umeros para salir algunas vez o para algún trabajo que tengamos que hacer, sin darme cuenta ya habíamos llegado a la heladería. entramos y una señorita nos a tendió desde el mostrador
-buenas tardes, que desea ordenar. pregunto la chica
- helado de chocolate. dije al mimo tiempo que vladimir
ambos nos quedamos viendo y sonriendo por la casualidad que ambos tuvimos al ordenar el mismo sabor de helado.
- a qui tienen su pedido, son 12. 20 dijo la chica
- tenga. dije amable
salimos de la heladería para ingresar de nuevo al auto mientras conducía vladimir decidí preguntarle en donde vive y darle mi numero de teléfono.
- a donde vives vladimir. pregunte curiosa
- a dos casas de la tuya. dijo muy seguro
- entonces somos vecinos. dije curiosa
- si dijo con una sonrisa muy contagiosa
mientras hablábamos de algunos temas de interés llegamos a mi casa bueno no mi casa mas bien la tía Domenica como era de esperase vladimir se bajo del auto para abrir la puerta como todo caballero sin darnos cuenta la tía Domenica se nos acerco.
- porque llegas a esta hora Adriana, pregunto curiosa la tía.
- nos castigo una maestra tía. dije avergonzada
- y el joven es Adriana pregunto con una sonrisa picara
- tía el es vladimir Balzano un amigo del instituto. dije firme al llamar amigo a vladimir
- mucho gusto. dijeron ambos al mismo tiempo
- te apetecería almorzar con nosotros. le pregunto la tía a Vladimir
- si no es ninguna molestia, acepto con gusto dijo con una sonrisa
- de paso hacemos el deber de matemáticas y la redacción. dije con una sonrisa en mi rostro
la tía entro primero que nosotros a la casa pero antes de dar otro le di un papel a vladimir en el cual esta escrito mi numero de teléfono sin mas nada que hacer ambos entramos a la casa con una sonrisa de oreja a oreja.
ESTÁS LEYENDO
Me enamore de mi primo
RomanceNo se como sucedió solo se que apareció en mi vida yo no planee esto solo paso y no pude detenerlo no solo podria pasarme a mi le podria pasar a cualquier otra persona. Adriana Pines de 18 años es una chica muy aplicada en sus estudios es mandada...