Capitulo 46

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Narra Alejandro

Había tenido un día pesado en el instituto y eso que todavía no terminaba, ni siquiera tenía humor para seguir escuchando clases tenía en mi mente pensando en Adriana y en lo que últimamente empezaba a sentir por ella como puedo estar pensando en Adriana siempre la he tratado mal y nunca la querido tener cerca de mi pero en estos últimos días la quiero tener a mi lado quiero que sea mía dejaría a Valentina de todos modos ya me aburrí de ella y ver cómo finge quererme cuando en realidad solo lo hace para estar cerca de mi  hermano.

Salí de clases y me paseaba por los pasillos con la esperanza de poder verla aunque sea de lejos mi mirada está fija en uno de los salones de clases y de un momento a otro la vi pasar estaba tan hermosa pero estaba palida y veía como se dirigía al departamento médico del instituto quería estar cerca de ella que lo único que se me pasó por la mente fue hacer que alguien la entretenga para yo poder llegar primero al departamento medico y así estar cerca de ella.

- Hey niño ve a dónde está ella y preguntale a dónde está la biblioteca. dije de forma cortante.

- Pero la biblioteca queda en el tercer piso dijo incrédulo.

- Que vallas y le preguntes acaso quieres que te golpe por no obedecer dije apretando los puños

Aquel niño con miedo se acercó a dónde Adriana se encontraba y la empezó a  entretener mientras yo a paso acelerado ingrese al departamento médico el cual siempre pasaba vacío pero de todos modos se podía ingresar no tenía mucho tiempo ya que en cualquier momento Adriana iba a entrar por esa puerta lo único que se me ocurrió fue acostarme en la camilla que estaba a un lado del escritorio de la enfermera fantasma que nunca pasa en este lugar agarre un pañuelo y lo coloque en  mi rostro y en cuestiones de minutos mi prima entro por esa puerta buscando una bandita para la herida que tenía en su mano derecha.

- ¿Que haces tú aqui? pregunto sorprendida.

- Acaso no ves que estoy enfermo dije grosero no sabía como ser amable con Adriana.

- No mientas tu solo te haces el enfermo para no estar en clases dijo muy segura y adivinando la estrategia que acaba de hacer.

- Tienes razón no estoy enfermo dije mientras me levantaba de la camilla y me acercaba a ella haciendo que diera varios pasos hacía atrás.

- ¿Que te pasa porque me molestas? pregunto enojada se le podía notar tanto su rabia porque tenía las mejillas muy rojas

- Acaso eres tonta que no te das cuenta de lo que trata de hacer primita fíjate bien porque no lo diré más dije muy cerca de ella apoyando mis manos en la pared sin darle escapatoria.

- No me estés insultando niño engreído dijo mientras trataba de escapar de mi.

- No soy engreído niña ilusa me gustas y te quiero para mí desde niño me gustas y es por esa razón que te trato así porque no sé cómo llamar tu atención. dije mirándola fijamente en esos lindo ojos que cualquier hombre se perdería en esa mirada tan angelical que tiene sin más que decirle ella logró escapar mi y salió del departamento medico asustada quería salir detrás de ella y poder pedirle una oportunidad pero se lo arruine y no se de qué forma pedirle que sea mi novia.

Me sentía tan avergonzado por la estúpides que había cometido con Adriana que apenas salí del instituto me fui a casa de unos amigos a beber me encontraba muy ebrio sentado en un sillón pensando en la locura que había cometido al decirle que me gusta pero ya lo hecho está hecho y no puedo hacer más que tratar de cambiar por Adriana ya que quiero que sea mía solo mía, estaba tan ebrio que le dije a un amigo que me llevará hasta mi casa no podía conducir y  menos en este estado mientras me llevaban a mi casa solo pensaba en ella mi mente solo está con Adriana  en un abrir y cerrar de ojos llegué a mi casa y note que su habitación estaba a oscuras lo único que se me pasó por la mente fue gritar su nombre.

- ADRIANA, ADRIANA, sal de la casa se que estás ahí dije tambaleando de un lado a otro pero ella no salía no iba a descansar hasta que ella saliera me sentía tan miserable porque habían pasado 20 minutos y ella no se dignaba a salir ¿Porque no sale? me preguntaba una y otra vez de un momento a otro salió mi estupido hermano todo furioso  me ayudó a entrar a la casa y me llevo hasta mi habitación me dejó acostado en mi cama y ni siquiera me preguntó  porque llamaba a nuestra prima solo cerró la puerta y se fue no podía dormir pase varios segundos dando vueltas en la cama me senté por un momento mirando  hacia la puerta pensándolo una y dos veces si ir a buscar Adriana a su dormítorio todo dentro me decía que fuera hasta ella y seguí mi instinto y salí de mi habitación con los pies descalzos sin hacer ruido alguno, me dirigí hasta la habitación de mi prima mi cabeza me daba vuelta y comencé a cuestionarme si debía o no entrar permanecí varios segundos y decidí abrir la puerta y note que su cama estaba vacía no había nadie en aquella habitación pero el sonido de unos pasos que se aproximaban hizo que cerrará la puerta a medias y note que era mi hermano quien entraba a su dormítorio muy ansioso se me hacía muy extraño que Fernando este ansioso como si estuviera ocultando algo salí de la habitación de Adriana y cerré muy despacio la puerta y camine unos cuantos pasos hasta la habitación de mi hermano que se encontraba frente a la de mi prima abrí la puerta de su habitación sin hacer ruido alguno y observé a mi prima cepillando su cabello y a mi hermano a un costado de ella tomándola por la cintura y mirandose fijamente los dos para luego besarse en ese instante algo dentro de mi se partió en millones de pedazos quería entrar y separarlos pero lo único que en ese momento podia hacer era  cerrar esa maldita puerta y dirigirme hasta mi dormitorio para no seguir viendo aquella estúpida escena que me carcome lentamente y hace que sienta odio por ambos.

Me enamore de mi primoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora