- ¿Te estoy sorprendiendo?
- ¡Desde luego! No estás preparada para ese paso todavía.
- ¿Seguro? -deslizó la mano por su dura virilidad-. ¿O no lo estás tú? Tienes la cara tensa.
- Estoy intentando controlarme. Y cuando haces esas cosas... inesperadas, me resulta muy difícil.
- ¡Ah! No quieres que esto acabe tan rápido.
-Exacto.
Justin gimió cuando ella se lanzó a un ritmo increíble para alguien que no había practicado aquella actividad antes. Debía de tener muy buenos libros.
- Porque si sufres de eyaculación pre...
- ¡No!
- Porque hay técnicas para eso.
- _____, normalmente... funciono bien.
Apretó la mandíbula para luchar contra la explosión cuando ella exploró la punta de su pene con dedos aleteantes. Justin tuvo la certeza de que estaba reaccionando así porque eran los dedos de _____ los que estaban explorando.
- Quizá sea porque te haya deseado mucho tiempo sin saberlo...
- Eso es una bonita idea.
_____ se agachó y pasó la lengua por donde antes habían acariciado los dedos.
Justin estaba haciendo tal esfuerzo por contener el clímax, que pensó que se desmayaría.
- ¿Dónde... has aprendido esto?
- En un libro -entonces sopló en la piel mojada-. ¿Te gusta esto?
El estrujó la manta con las dos manos y se quedó mirando en blanco al cielo estrellado. Nunca había experimentado algo igual a aquello.
- Sí, me gusta.
- Una pena que no tengamos un poco de hielo.
- ¿Hielo? ¿Para... qué?
- Se supone que produce una sensación fantástica si lo pones ahí mismo durante el orgasmo -dijo, apretándole un punto sensible bajó sus testículos.
El no sabía nada de hielo, pero lo que le estaba haciendo con los dedos le estaba produciendo un efecto fantástico. Gimió con suavidad.
- ¿Te está costando contenerte?
- Se podría decir que sí.
- Entonces, vamos a probar esto.
Le apretó en la base del pene con una mano tirando hacia abajo ligeramente y tomó la punta en su boca.
El efecto fue increíble. La acción de su boca le produjo un intenso placer mientras que su sujeción en la base mantenía el clímax a raya. Justin gimió, bramó y agitó la cabeza de lado a lado.
Entonces, ella aflojó la mano, lo tomó por completo en su boca y todo el control de Justin se hizo añicos. Intentó apartarse de su boca, seguro de que no era lo que ella pretendía, pero _____ no se lo permitió. Su mundo explotó al abandonarse al orgasmo más cataclísmico de su vida. Cuando la espiral de su universo empezó a descender, la levantó, la abrazó y besó aquellos labios con sabor a pasión.
Se sentía como si le hubieran cambiado el eje. Aquella tarde había empezado como una sesión educativa en la que él debía ser el maestro y ella la pupila. Y de alguna manera, en los minutos anteriores, _____ había invertido los papeles por completo. Y en el camino, lo había convertido en su esclavo.
"Soy tan sabio que sé a quien amo, pero tan ignorante que no sé por qué lo hago. "
