La semana siguiente tampoco le va muy bien al canario, vuelve otra vez en taxi, solo, y aunque ha conocido a algún chico y se ha liado con un par de ellos, ninguno quería lo mismo que él, querían su número, verse otro día... y a él no le gusta atarse a nadie.
Vuelve a encerrarse, una semana más, en su cuarto, con música y un calentón que flipas, esperando a ver si, con suerte, Ricky llega solo también hoy y pueden repetir lo de la semana pasada.
Pero parece que la suerte tampoco está de su lado en este caso, y que al ruido de la puerta abriéndose y cerrándose le siguen unas llaves cayendo al suelo y risas en bajo ahogadas por besos.
Agoney resopla en bajo y cierra lla puerta, asegurándose de que Bambi no salga a molestar y se pone los auriculares para oir lo menos posible a los chicos que están en la habitación de al lado.
Pero la música no logra callar las imagenes que su mente crea del mallorquín haciéndole a otro chico cualquiera todo lo que a él le hacía hace una semana.
Al final acaba por dormirse y no se despierta hasta que al día siguiente alguien abre la puerta de su cuarto.
-Ricky, sabes que no me gusta que me despierte por las mañanas.-Susurra adormilado.
-Que soy yo, tonto.-Le contesta una voz femenina entre risas.
El chico tarda unos momentos en ubicar esa voz tan familiar, e incluso cuando la ubica, la única explicación que se le ocurre es que sigue dormido, porque es imposible que ella esté allí.
Se gira y abre los ojos, tratando de acostumbrarse a la oscuridad, y empieza a ver la silueta que está frente a él hasta que esta enciende la luz y un fogonazo ciega a Agoney unos momentos. Y luego por fin logra ver a la chica.
-¡Nerea!-Dice emocionado.-¿Cómo tú por aquí?
-Me he venido a vivir a Madrid.
-Genial.-Sonríe el canario.
-No, en verdad no. O sea, aún no, estoy buscando piso.-Expecifica la chica.-Venga, Ricky me ha ayudado a hacer tortitas para desayunar.
-¿Tortas?
-Tortitas.-Recalca Nerea, fulminándole con la mirada.
-Vale, vale, hetera...
La rubia ale del cuarto riendo y dejándole claro que le quiere vestido en la cocina en menos de diez minutos, y Nerea puede ser muy bonita y linda, pero el canario sabe muy bien que no le conviene enfadarla.
Y en cinco minutos está en la cocina.
-Lo siento,-Dice su compañero de piso con la boca llena.-es que tenían muy buena pinta.
-Que aproveche...-Sonríe Agoney.
-¿Estabas ayer en casa cuando yo llegué?
-Sí. ¿Por?
-Me pareció que estaba todo muy ordenado.
-Vine solo.
El silencio llena por completo el piso, donde Nerea y Ricky miran asombrados a su amigo. Hasta que, a los pocos instantes, el tenedor de Nerea chocando contra el suelo rompe el silencio.
-¿Y eso?-Pregunta, tratando de ser delicada, la chica.
-No sé, una mala noche.-Le quita importancia Agoney.
-¿Agoney teniendo una mala noche? Esto es serio.-Insiste ella.
-Una mala noche dos semanas seguidas.-Recalca Ricky.
-Entonces es muy serio.
-Ricky, cariño, igual mejor te callas, que creo que la noche de la semana pasada tampoco estuvo tan mal, ¿no?-Añade Agoney irónico.
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вαиg вαиg. ѕнσт мє ∂σωи [#Ragoney]
FanficAgoney acaba de superar una larga y dura depresión y no va a permitirse volver a dejar que alguien entre en su vida para destrozarlo desde dentro. Raoul tiene muy claro que nunca podría gustarle Agoney. No es su tipo. Ni en el hipotético caso de que...