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Ya pasó más de un año...


Un año de torturas por parte de él. 

Ella ya no sabía que hacer para evitarlo, o al menos que deje de herirla.

(...) 

Se encontraba atada de muñecas a la cabecera de la cama y con los ojos vendados, dándole la espalda al mayor. Éste gozaba verla temblar de dolor mientras lloraba en silencio, debido a los golpes que le daba con su correa de cadenas. Los glúteos le sangraban, al igual que los muslos.

— Te ves tan hermosa con tu cuerpo llorando por mí... Me excita, Routh. —Su risa perversa le daba horribles escalofríos, que le erizaba los pelos poniéndole la piel de gallina.

— Basta, por favor... —Susurra con la voz rota por el llanto, emitiendo gemidos de dolor. 

— Yo voy a parar cuando quiera. —Le dice molesto y sigue golpeándola con la correa.

Ella sólo espera que no se noten mucho las cicatrices.

【 Dulce Pasión 】©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora