Gravity Falls: El fin nunca estuvo tan cerca

Capítulo 11: Llegó el día 5

Narra Stan

Verán como ustedes ya sabrán yo me duermo muy tarde por estar organizando las cosas de la cabaña para el día siguiente vender. Pero ese día no fue así, me moría de sueño y decidí irme a mi habitación a las 10 pero al acostarme y cerrar los ojos caí profundamente, pero no fue sólo en el sueño, en mi sueño iba cayendo en un lugar oscuro, muy parecido al pozo sin fondo.

Tardé mucho tiempo en caer, pero al momento de caer no vi ninguna luz solo sentí un golpe horrible, y nuevamente no vi nada. En mi sueño me desperté y pensé que estaba nuevamente en el Raromagedon vi a Bill, y otros monstruos, pero en frente de mí se paró una chica con el cabello morado, con un traje como si fuera un personaje de anime o esas series raras japonesas -es interrumpido por risas de todos los presentes- en fin, se puso en frente de mí y con una voz muy amenazadora y arrogante me dijo:

-Stanley Pines dile a tu hermanito que se prepare porque muy pronto todo va a cambiar y que ha llegado el día de cero retorno.

-¿Pero de qué hablas? ¿Dónde estoy?

-Basta no más preguntas no quiero hacerte daño

-Sólo dime donde estoy y porque dices que se prepare

La chica hizo un ademán con sus manos y Bill Cipher llegó hacia mí no dijo nada sólo vi todo oscuro. Desperté en el bosque con el ojo morado, no sé a qué se refería pero no es bueno, tratándose de Bill todo puede pasar.

Cuando terminé de contar, Ford fue el primero en reaccionar.

-Bueno tu información es de mucha ayuda Stan, Dipper tenemos otra misión para nosotros –dijo llevándose a mis sobrino a la sala

-Vaya tío Stan te ves terrible ¿quieres algo de la cafetería? –añadió Mabel golpeándome suavemente el hombro

-Gracias hija pero no, mejor me acuesto no me siento muy bien

Narra Dipper

El tío Ford nos acabó de contar un sueño que acababa de tener y parece muy serio, algo muy complejo y peligroso pasa delante de nuestras narices Gravity Falls es un portal para lo paranormal no podemos seguir durmiendo despiertos.

-Tío y ¿adónde vamos? -pregunté temeroso no sé porque

-Creo que ya sé con quién debemos de ir Dipper

Caminamos por el bosque e íbamos charlando sobre cosas de hombres.

-Dipp me atreveré a preguntar ¿Aún estás enamorado de Wendy?

-No tío, sabes en realidad desde el primer verano en que llegamos a Gravity Falls si estaba enamorado pero al fin del verano comprendí que sólo podemos ser amigos así lo ha querido el destino

-Buena manera de pensar Dipper sabes tú pareces mi clon yo también me enamoré así de una chica y me pasó igual, en un verano Stan y yo fuimos a Colorado con nuestros padres y encontré a una niña tan gentil y tan cariñosa que me tenía loco, y yo era igual de tímido que tú, pero yo desaproveché mi oportunidad, nunca le dije lo que sentía por ella pero yo sabía que no era necesario, pues era muy intuitiva e inteligente varias veces me adivinaba el pensamiento pero aun así, me arrepiento, porque nunca la volví a ver ni el otro verano que volvimos a ir, ahora sólo vive en mi recuerdo.

-Que mal tío Ford lo siento mucho –sabía que tenía melancolía por la manera en observarme tan cabizbajo

-No te preocupes Dipper, ya pasó pero te cuento esto para que no cometas el mismo error que yo porque lo poco que estuve el otro verano aquí, vi que eras muy tímido con Wendy y lo raro es que Wendy se parece mucho a la chica que conocí, pero sólo podría ser coincidencia. Por esa razón aprovecha ahora que estás en la etapa del enamoramiento aun estás a tiempo de no caer en el mismo error que yo –me dio una sonrisa sincera –bien Dipp, ya llegamos

Al parar de caminar y separar unas ramas de mi cara para poder ver lo que estaba más allá, vi que estábamos a fuera de la mansión del viejo Mcgocket, (antiguamente de los Noroeste)

-¿El viejo Mcgocket nos ayudará? –pregunté indagando por una repuesta satisfactoria

-Es lo más probable Dipper mi amigo ya ha recobrado la cordura –contestó tocando el timbre

-Si ¿quién es? Se escuchó una voz muy familiar que sonó en el micrófono

-Soy yo, Stanford y espero que recuerdes a mi sobrino Dipper –no hubo contestación alguna

A los 2 minutos un mayordomo ya muy viejo nos abrió la puerta

-Pasen, el señor los quiere ver

Pasamos como si fuera nuestra casa hasta que el mayordomo nos espantó

-¡ES INACEPTABLE! Límpiense los pies, no es una granja de cerdos aquí –dijo muy molesto

-Sí, lo sentimos señor –contestamos a unísono

-No hay cuidado Ford y chico Pines –una silueta se acercó a nosotros pero no se le veía la cara –que están haciendo allí, vamos entren no muerdo jajaja –rio sarcásticamente -Jordi, cierra la puerta y lleva a pasear a los perros

Nos metimos sin más preámbulos y al darse vuelva le vimos la cara, era un hombre un poco viejo, y con una postura erguida con traje formal, corbata y un sombrero negro muy peculiar, con la cara recién rasurada

-¿Viejo Mcgocket? –pregunté sorprendido al máximo

-Por favor chico sólo llámame Mcgocket o Fiddelford como prefieras pero omite ese viejo ese era mi pasado cuando no sabía quién era por culpa de esa estúpida arma

-Bueno Fiddelford tenemos algo muy delicado que está en nuestras manos Bill...

-Si lo sé tiene a un aliado mucho más poderoso que él y lo han estado soñando durante 5 días y este es el último día que tienen de plazo para darle el diario número 4, pero no lo tienes y ahora lo estás buscando y viniste conmigo para que te diga dónde está, pero te digo de una vez que no sé ni tengo idea de en qué lugar lo escondiste

El tío Ford, me tomó del brazo y retrocedió un pie sacando una arma magnética de su cinturón y preguntó

-¿Cómo sabes esa información? –empuñando fuertemente su arma y apuntándolo

-No, no te preocupes, Bill no puede meterse a mis pensamientos, hicimos un trato y el cumplió su promesa, no volvió a meterse conmigo –se puso aún más nervioso cuando Ford extendió el brazo apuntándole la cabeza –pero mira te mostraré porque sé todo eso. Verás, los antiguos propietarios de ésta mansión (los Noroeste) tenían muy bien vigilado todo el pueblo con cámaras por eso escuché todo lo que ustedes decían sobre eso, miren, les mostraré.

Se fue de la habitación y nos pidió que lo siguiéramos mi tío y yo íbamos preparados para lo que sea por si era una trampa de Bill. Llegamos a la habitación parecida a una biblioteca y presionó un libro que era de anatomía humana y se levantó la pared con los libros, y apareció una gran pantalla de dimensiones exageradas casi lo que mide una habitación de vigilancia de un supermercado, pero que grababa todas las actividades que hacen los pobladores de Gravity Falls

-Lo ven no soy Bill Cipher y si lo fuera ya los hubiera atacado

-Discúlpame Mcgocket –le dio un fuerte abrazo –hay que estar muy precavidos en esta época donde el mal está ganando.

-Si eso es cierto pero bueno, con gusto les ayudaré a encontrar el diario...

Escuchamos una voz muy familiar que vino de afuera pero fue un grito muy escalofriante

-¡STANFORD!

Hola amigos, aquí les dejo otro capítulo y espero que les guste mucho esta historia nos leeremos en otra ocasión.

Chao