Galleta y Leche.

43 8 4
                                    

Éramos como una galleta y un vaso de leche; nos hacíamos daño: tú me ablandabas y yo te llenaba de mis migajas. Pero si alguien nos veía, esa persona diría: "mira, son la mejor pareja que he visto".

Y lo éramos, en cierto sentido, pero en muchos más sentidos nos haríamos daño y lo nuestro solo sería efímero.

Aún así, ahí estábamos, amándonos, ignorando que llegaría un final para nuestra historia.

La noche también se enamora || DISPONIBLE EN AMAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora