Sus ojos se comieron al sol, la miel fundida se quedo en su iris y su resplandor caliente realmente invadió mi ser.
Sus venas, como pequeños corales, envolvieron la perla que movía de un lado a otro al diminuto sol, un eclipse en el centro del dorado caramelo, y mientras observaban tristes a la pálida luna tejida en el oscuro terciopelo apolillado comenzaron a derramar lágrimas.
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La noche también se enamora || DISPONIBLE EN AMAZÓN
PuisiDesde pequeña la luna y yo hemos sido muy amigas, cada noche ella me cuenta las historias que ve a lo largo del día en nuestro pequeño planeta. Yo las escribo y ahora se las entrego a ustedes :3 *Cada uno de estos poemitas están sacados de mi inspir...