PRÓLOGO.
Sabéis ese sentimiento cuando sientes que nadie te entiende? Que tu no formar parte de tu grupo de "amigos", ni de tu familia, que no formas parte de este mundo. Ese es mi sentimiento. ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué soy diferente? ¿Por qué soy tan rara? Y esas preguntas suceden a menudo, que nunca hay una respuesta, que simplemente me despierto porque un despertador me lo indica, pero ya no quiero despertar. ¿Para qué? No le importo a nadie. Y si le importara al menos un poco de su parte pondría para hablarme. Pero no es así. El solo está por sus cosas y yo... Bueno yo con mis problemas.
Problemas: mi mayor temor. Primeramente, no es que sea bulímica ni anoréxica, ya me gustaría poder perder peso de esa forma, pero no es así. Sé que tengo un problema tanto físico como mental por culpa de mi obesidad. Y es algo en lo que cada día lucho más. Hoy me he pesado, una gran fuerza de voluntad para dar ese gran paso y acto seguido me he puesto a llorar, (no pondré el peso).
Uno, dos, tres y cuatro cortes en mis muñecas marcan mi día a día, notar el escozor en mi cuerpo, una sensación de libertad... Nunca hubiera imaginado que yo fuera así, que acabaría teniendo una vida tan pésima. Pero así ha sido.
Cada día, cada instante estoy sonriendo o riéndome y de verdad son reales! Pero, a la noche, cuando sale la luna y las estrellas iluminan mi cabeza, sé que toda esa felicidad se ha esfumado, como el cigarro diario, todo se consume como la vida misma.
Esta es mi historia. Esta es mi vida. Me llamo Alexandra, como a mi me gusta, Alex, Alex López y tengo 15 años. Y mi vida es una mierda.
