CAPÍTULO 2

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Por suerte, el timbre sonó si salvada por la campana. Salí pitando de allí, me cambié en mi vestuario de chicas con todas, hablábamos reíamos, incluso cantábamos, me lo pase genial, pude desconectar de lo que acababa de pasarme hace unos minutos.

Después del patio, en el cual no comí nada, lo tire todo, o como yo llamaba a mis amigas, las “gaviotas” porqué siempre lo querían, y es que tengo buena maña en eso de hacerme mini bocatas de prisa y corriendo, una habilidad aprendida, después de muchos y muchos años.

Las dos siguientes horas eran tecnología, que nunca hacia nada, mi padre era el mejor en eso, y así a mí me dejaba tranquila por unas horas mientras él se entretenía con algo. Así que simplemente me dormí, me desperté por la maldita y a la vez bendecida campana, siguiente clase, matemáticas. No se me dan mal, pero a la vez las odio, de que me servirá saber una función? Ni que cuando fuera al súper me dijeran dame 3x de naranjas que es igual a 4y de limones, ilógico. Pero bueno, media hora presto atención y la siguiente media hora, miro por la ventana.

Mi vida no era muy divertida, a veces sí y otras no, antes, cuando todo era “normal”, hará… 1  año desde que mi mente empezó a cambiar, pensaba más las cosas, imaginaba demasiado, tenía demasiados sueños que por desgracia se quedaron ahí, como un simple recuerdo. El timbre me sacó de mis pensamientos, y la verdad está vez no quería salir.

-Alex, está tarde vendrás a piscina? – me pregunta Oriol (Oriol, es un chico un poco regordete, tiene los ojos verdes y el pelo marrón claro)

-Mmm… Es lunes, no? Pues claro que iré, no puedo vivir sin mi dosis de cloro jajaja – y es que era cierto, amaba nadar, era como una forma de decirle al mundo ”Toma jodete, sirvo para algo!” y es que en realidad era buena…

-¡Genial! Te esperaré donde siempre. Adiós Alex.

-Sip. ¡Adiós! – le sonreí, guardé el ordenador, y espere a un buen amigo, que siempre íbamos juntos hasta mi calle, él vivía por allí.

-¡Quieres darte prisa David! – grité, hacia el (David es un chico alto y poco musculoso, pero con fuerza, tiene el pelo escarola y negro sus ojos, son marrones son sencillos, pero y qué?

-¡Ya estoy! ¡Buh! – me digo el mientras estaba yo de espaldas mirando el whatsApp.

-Cabrón… - murmuro, pero el me escucha y se queja con grito de nena.

Llegó a mi casa, estoy cerca del colegio, por lo que andar no supone ningún problema, cojo las llaves, y etc… Lo normal. Subo y sé que hoy mi madre no está, y que vendrá un cuarto de hora más tarde, ya que tiene clases de catalán, no trabaja, pero hace cursillos para sacarse el idioma de catalán. En fin, cojo la comida, una servilleta y pongo dentro dos o tres cucharadas dentro de la servilleta, después con el mismo tenedor, hago un mini hueco en la papelera donde tiro la servilleta con mi supuesta “comida”. Es así todos los días, no me preocupo por eso, todos los lunes, miércoles y viernes no como nada, y enserio es lo mejor.  Necesito lograr pesar por lo menos 45 kg, sabéis que sería eso? ¡Un milagro!

Son las 14:58h. Me voy al colegio, pero como no tengo muchas ganas de ir, sé que entrare y después diré que no me encuentro bien e iré a pasarme la tarde en el lavabo, leeré un rato y cuando me aburra, me iré a casa.

Pero claro, todo no fue tan sencillo, me encontré con mi personaje favorito del día, si él. Hugo.

-Alex… - me maldecí por dentro, no, por favor dime que él no… y es que cuando voy al lavabo, tuve que ver castigado a mi “mejor amigo”, que está en la clase de enfrente, por lo cual me vio.

Hice como que no escuche nada, pero noté como me agarraba del brazo, y me hacía girar sobre mi misma.

-Déjame en paz, no quiero saber nada de ti. – dije lo más fría posible, no quería que me viera ahora como la débil, no lo soportaría.

-Solo contéstame a lo de esta mañana, prometo que está vez, no me marcharé como hice la última vez que confiaste en mí. Sé que te hice daño, y quiero saber si es por mí por lo que te haces… eso… - lo dijo como si lo hubiera practicado bastante, pero por qué?

-¿Tienes un cargo de consciencia? – dije sonando borde.

-No...bueno...Sí y no. Si si no no. – dijo y se puso a reír, supongo que era porque gracias a ese “Si si no no” nos hicimos más amigos…

*Flashback*

(Conversación por WhatsApp)

ALEX: Pero porque te sientes así?

HUGO: Porque si y por qué no…

ALEX: Si si y no no?

HUGO: Qué es eso, que acabas de decir? Si si no no?

ALEX: No tengo ni idea, pero te has reído y eso me sirve.

HUGO: Imagen (Si si no no, 20 de agosto de 1967, fue el día en que los reyes…)

ALEX: el 20 de agosto? Genial.

HUGO: Te parece bien, que tengamos ese número?

ALEX: 20 <3

HUGO: 20<3

*Fin del Flashback*

Me reí, y es qué no podía creer que aún lo recordara, simplemente siempre pensé que el me había dejado para siempre, en el sentido de amistad.

-¿Lo recuerdas? – me dijo el sonriendo

-Cómo olvidarlo… - rodeé los ojos en blanco.

-Alex, te necesito, y tú necesitas mi ayuda.

-Yo…yo…

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