CAPÍTULO 5

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Un nuevo día.

Era viernes, al fin, cuando me desperté me dirigí corriendo a la ducha, me quedé analizando todo lo que me ha ocurrido a lo largo de esta semana. Hugo, ¿Qué debería hacer con él? Y luego todo en lo que está a mí alrededor está cambiando. Yo estoy cambiando. Le he plantado cara a mi madre y me siento bien por ello, pero me asusta la idea de que cambie su opinión y no vaya a intentar ser “normal” si no que vaya a muerte conmigo. Me acabo de duchar y bajo para dirigirme al colegio. 7:58h, como siempre.

Una rutina, un no parar de la vida, esa ruleta que gira y gira pero que siempre se para en el mismo lugar. Rutina. Tenía ganas de empezar las vacaciones de verano. Sentir el aire del mar aunque no fuera a la playa para bañarme, no quiero causar traumas, pero esa sensación de estar únicamente tú y la brisa del mar.

Llegué al colegio, salude a mis amigas y el día transcurrió normal, cero problemas, o eso creía…

Desde que entré David estuvo muy pendiente de mí, supongo que sería porque quería que le contara sobre Hugo. Pero no me apetecía hablar sobre él. No me apetecía hablar de mí.  Yo solo quería empezar de nuevo con mi vida. Si era posible.

-Alex, tenemos que hablar – me dijo David

-Mmm… ¿De qué? – digo yo haciéndome la tonta, sinceramente no me apetecía escuchar su sermón.

-Hugo. ¿Quién es ese? ¿Por qué le conoces? ¿Estás con él?

Demasiadas preguntar para un solo problema.

-Se llama Hugo. Tiene un año más que nosotros. No, no estoy con él.

-Información, necesito información para saber de él, no me quedo tranquilo si no se que quiere de ti.

-No tienes por qué preocuparte, es un ¿amigo? ¿Compañero? O algo así. Fue alguien especial, pero el decidió mandarlo todo a la mierda

-¿Quién lo mando todo a la mierda? – dijo Hugo, ¿Desde cuándo estaba ahí?

-Hugo… ejem… ¿Qué haces aquí? Vete con tus amigos.

-Tu eres mi amiga. Así que aquí estoy.

-Tu y yo no somos amigos. No somos nada.

-Alex…

-¡No la has oído, largo! – dijo David empujando a Hugo, mierda, pelea.

-¡No me toques! – puñetazo, David se quedó atónico, pero él no era menos que Hugo, contraataca, después de unos puñetazos en la cara, van hacía el estómago, al final, no se quien tiene más sangre, si David o Hugo, solo sé que voy corriendo a separarlos. No sé cómo, no sé por qué sé que noto un puñetazo en mi rostro. Hugo me había golpeado, sé que no era su intención, pero si la pelea no se hubiera generado ahora estaría bien. Todo estaría bien. Pero nada está bien.

- Alex, lo siento, no quería empezó él y mira como ha acabado de verdad lo siento – dijo acercando su asquerosa mando a mi cara.

-No… No me toques… ¡No quiero saber nada! ¡Ni de ti, ni de él! – me giré en busca de ayuda, a pesar de estar rodeada de gente, como pude salí corriendo de allí, necesitaba correr, respirar y fumarme un cigarrillo sin que nadie me viera. Necesitaba ese espacio de tranquilidad que solo me da un lugar.

Es un lugar sencillo la verdad, pero es mi lugar. Comienzo a correr, no me importa mi labio sangrando, no me importa que mañana esté molida por correr a tal velocidad, solo quería un poco de tranquilidad. Y qué mejor que el acantilado de “Land of wolves”, mi escapé.

Cuando llego, paso el otro lado de la carretera, y salto la mini valla, me siento en el acantilado, y respiro ese aroma a bosque, ese aroma a principio de verano, ese aroma que me tranquiliza y me da la paz que necesitó.

-Hola, tu labio está sangrando, ten – me giró y veo que tengo a un chico a mi lado, sentado de la misma manera que yo. Veo que me está dando un pañuelo, amablemente lo tomó, y lo pongo en mi labio, no me hará mucho, cuando vaya para casa, me duchare y desinfectaré a fondo.

-Gracias… - digo en un susurro.

-Me encanta este lugar, es mágico, ¿no crees? – me transmitió mucha paz el escuchar su voz, el sentir que a alguien le gusta el mismo lugar que a mí.

-Pues, la verdad es que sí.

-Me llamo Rubén.

-Alex – nos damos la mano y sonreímos.

-¿Por qué estás aquí, y de tal manera?

-Es complicado.

-Tengo todo el tiempo del mundo.

-Verás… - le expliqué la pelea y quien era Hugo y David, no sé porque le cogí confianza, la odio. Siempre hace que pierda todo lo que me propuse en la vida.

-No es tu culpa, ya verás que todo se solucionará, tarde o temprano.

-y bueno, ¿tú por qué estás aquí?

-Buenos, la verdad es que soy nuevo me mude esta mañana con mi tía Tania y mi tío José, ya que no conocía nada de aquí, he decidido dar una vuelta encontrándome con este sitio y poco después te he encontrado.

-¿Eres nuevo?

-Sí, mis padres fallecieron y mis tíos Vivian en esta ciudad, y yo pues nada, vida nueva allá voy

-Lo siento por lo de tus padres.

 -No pasa nada, lo tengo asumido, mi relación con ellos no era tan fuerte, siempre discutíamos o cualquier otra cosa, nunca los veía. – se parecía a mí en ese aspecto, aunque yo estaría llorando por ellos ¿Lo haría?

Mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora