Sé más de lo que crees hija, sé más de lo que crees hija, se más de lo que crees hija, hija, hija, esas palabras sonaban como eco en mi cabeza, no sabía qué hacer, que decir, solamente sé que perdí el equilibrio y que me precipitaría por el acantilado, solamente sé que si no llega a ser por Sergio ahora estaría muerta y no en una ambulancia. Cabe decir, que Sergio contrato a Alejandro el detective. Porqué quería buscar ese tesoro. Yo.
Estaba en estado de shock, cuando me dio un beso en la frente y me dejo descansar en la camilla del hospital, no sé qué hacer, ¿Qué hago? (Mátalo, te abandono) ¿Pero se merece morir? Podría darle una segunda oportunidad para que me explicara el porqué de me abandono, alguna razón debe haber, para que me explique el que hace el aquí, y desde cuándo sabe de mi vida. ¿Siempre estuvo vigilándome? (No, el té abandono) ¿Quién es él? Lo habrán contratado mis “padres”, para hacerme sufrir más, para darme una ilusión y después reírse de mí, porque así soy más vulnerable, pero, no saben que su jugada no les va a ir tan bien. Hoy 18 de abril, las cosas van a cambiar.
Al día siguiente…
Despierto porqué una enfermera me llama a gritos, que amable pienso, me dice que tengo visita y que lleva esperando toda la noche para verme, me imagino que será ese tal Sergio que dice ser mi ¿Padre? No, él es el causante de que esté aquí, debería estar muerta y quemada.
La puerta se abre, yo aún con los ojos medio abiertos, veo a alguien que no es para nada quien me gustaría que fuera, prefiero ver a Sergio, no quiero tener que enfrentarme de nuevo a esas dos bestias maltratadores o anda, si viene la princesa con ellos. Hago una mueca, y me giro en dirección a la ventana, cojo las sabanas de esa frágil camilla y me tapo hasta arriba, ¿Para eso me despiertan? ¿No puedo poner una orden de alejamiento?
Exacto.
Algo en mí explotó, tenía una idea.
Me levanté así como si nada de la camilla. Fui hacia ellos que se habían quedado en la puerta al ver mi reacción.
-Necesito dinero.
Jose, mi “padre”, me mira extrañado.
-Sí, me quedaré unos días en el hospital e iré a psicología, y yo no tengo el dinero suficiente para eso, así que por favor, necesito dinero.
Rosa, mi “madre”, mira a su marido buscando alguna explicación que darme, pero él me mira con ojos tristes y me dice:
-Tendrás todo lo que quieras, y podrás estar aquí el tiempo que necesites necesario. ¿Cuánto necesitas?
-Tengo que consultar precios, pero con 2.500 euros creo que tendría para todo.
Ellos se miran, como pensando en insultarme o pegarme, mi padre levanta la mano y yo en defensa me tiro hacia atrás, pero él se acerca y lo único que hace es darme un abrazo. Si, Jose me ha dado un abrazo. Pero yo estoy asquerosamente impresionada, que lo hecho para atrás. Lo miro mal y hago como si estuviera a punto de vomitar. El no hace nada y me molesto aún más. ¿Ahora que, soy la chica suicida y todos me tienen lastima? ¿No me tenían tanta lastima cuando intentaban ellos acabar con mi vida? ¿Cuándo me insultaban? ¿Cuándo era una basura? ¡No, verdad!
Todo, todo lo que pensaba, todo lo que planeaba en mi cabeza, ahí se quedaba. Porque en esta vida se nace y se muera sola. Luchas por tu resistencia. Y yo ahora lucharé para vengarme.
Ellos me dijeron que dentro de unas horas, tendría bastante dinero en una tarjeta de crédito a mi nombre, genial, ahora me tienen lastima. Pero no saben que lo peor está por venir. Y es que mi plan “Revenge” (Venganza) ha comenzado.