" Miro su rostro. Su bello rostro.
Los mechones de su cabello caen sobre su cara y de inmediato los aparto, deteniéndome ha acariciar su mejilla; es cuando me doy cuenta que la estoy atesorando, cada rasgo de ella.
Sus ojos se abren y me observa;...
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***
DENZEL
Suspiro; cuando volteo a verla, sus ojos reflejan un sentimiento que es indescriptible. Creo que le ha afectado un poco mi reacción. - No quise decir eso. -le dijo apenado.
Cuando trato de tomar otro sorbo de café, me doy cuenta que ya no hay. Respiró profundamente, tratando de contener mi ira. Se intensifica más ese sentimiento cuando la miro de nuevo y veo como cai una lagrima de su rostro. Dejo la taza de café cuidadosamente sobre la mesa, me levanto y me siento ha lado suyo. Ella me observa de reojo y puedo ver que aprieta los puños.
La observo detenidamente. - Se que es una situación absurda. -me dice- Entendería los millones de pensamientos en tu cabeza. Supongo que....estar con alguien que fue tan manipulable da lastima. -el timbre de su voz suena vacía, tan desanimada que da escalofríos- Entendería tu forma de mirarme de ahora en.... -no termina la oración, por qué supongo que le sorprendió mi reacción.
No soportaba escucharla decir eso de ella, no era justo. Ella no merecía ser tratada así; "como una basura", me había dicho.
No, no podía creerlo; ¿Como puede el mundo ser tan cruel aveces?. ¿Como puede pensar que es una tontería?, no lo es, esto es importante, es algo que la marco y que a nadie le importo. Sé que ella eligió no decirlo, pero si los que según eran sus amigos lo hubieran sido, se habrían dado cuenta de ello.
Así que no, simplemente no podía seguir oyéndolo. La abrace, la aferre a mí lo más que pude. La abrace de la manera que nadie más tuvo el valor de hacer. Le quise transmitir todo lo que tenía que decirle, por qué tengo miedo de lastimarla si le hablo con simples palabras, ella no merece derramar una sola lágrima más.
Sus manos viajan por detrás de mi espalda, y se desmorona. Llora; llora en mi hombro y no para de hacerlo. Cada vez que intensifica su llanto yo la abrazo más fuerte, por que de alguna manera se que quiere que alguien la sostenga, mientras esta ciega en su tristeza. Puedo sentir como se hace pequeña. Me aparto un poco y trato de mirarla, pero ella tiene baja la cabeza, supongo que no quiere que la vea llorar.
Más sin embargo, trato de que me mire.
- Oye. -le susurró- No fue tu culpa. -tal vez pueda hacerla entender- Tu no tienes la culpa de lo que te pasó.... - No. -empieza a negar- No me digas eso. -las lágrimas escapan de sus ojos. - Es la verdad Kat. -le insisto. Niega. - Katalin.... - Yo fui la que siguió a su lado a pesar que me fue infiel muchas veces. Yo fui la estupida que se creyó todas sus mentiras, a pesar de que sabía que eran eso, "mentiras". Yo...yo me trague cada insulto, con tal de no lastimarlo a él. Yo....y-yo soporte ver cada beso, mirada, caricia que él y Agnes se daban en mi cara. Yo pude haber evitado tantas cosas. -jadea pesadamente- No me digas que no fue mi culpa, por qué me estarías mintiendo. -y por fin levanta su rostro y me mira. Algo en mi se contrae cuando la veo, con sus ojos llorosos y sus mejillas rojas. No se si sea correcto, pero tengo la osadía de tomar su rostro con mis manos y retirar las lagrimas que se habían escapado de sus ojos. - No lo fue. Tú lo amabas, y aunque parezca difícil de aceptar, lo sigues amando. Y fue ese amor, lo que hizo que soportarás todas esas tempestades. Por qué tú lo amabas de la manera más dulce y bella, pero él no supo valorar ese amor que tú le ofrecías. No es justo que cargues con todo el peso; tal vez en parte tienes algo de responsabilidad ante lo qué pasó, pero él también se equivocó, por no decir que fue un completo idiota por como te trato. - Pero.... - Y Agnes, -la interrumpo- es alguien que con el tiempo le rendirá cuentas al destino. Fue alguien que te manipuló, te uso y te enveneno por dentro. Es alguien por quien no vale la pena perder el sueño. Aveces cometemos errores por amor, o por creer que es amor. -le recalcó- Pero hay que vivir con los errores que cometimos y aprender de ellos. Pero los más importante, es aprender a perdonarse uno mismo. Ella inspecciona mi cara. - No se como podré perdonarme algún día. ¿Como pude hacerme esto?. -sus ojos se cristalizan. - Tu no te lo hiciste Kat. ¿Me entiendes?. -ella asiente lentamente, como si estuviera dudosa de todo esto. Retiro mis manos de su rostro y ella me abraza; pasan algunos minutos para que ella se tranquilice. - ¿Desean ordenar algo más?. -se acerca la chica que nos atiende. - Ah.... -lo pienso mientras rompo el abrazo con Kat- no gracias. ¿Kat?. - No. -le ofrece una ligera sonrisa a la chica. Ella asiente y le pido la cuenta. Regreso a mi asiento frente a Kat. - Lamentó hacer que pases por esto. -me dice, pero la miro confuso- Ya sabes...despertar tu lado terapéutico. -ríe ligeramente. - Oh ya. -rio- No, está bien Kat, somos amigos y...me agrada el hecho de que confíes en mi. Ella asiente. - A mi también. -me susurra, como si fuera el más grande secreto.
