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KATALINE

- ¿Entonces....ya terminamos?. -le preguntó con un toque de esperanza.
- No seas tontita. -rie Helena- Faltan los zapatos.
Refunfuño.
- Helena llevamos siglos aquí. -me quejo.
- ¿De que hablas?, cinco horas no son siglos.

Cuando estoy a punto de contestar, es demasiado tarde, Helena me toma del brazo y me gala a una tienda.

Dios que hice para merecer esto.

- ¡Oh dios mío!. -exclama Helena- Ese vestido es hermoso.
- Por dios Helena, acabas de comprarte uno.
- No lo veo para mi. -me dice, con esa mirada.
No me gusta esa mirada.
- Ni en....
- Pruébatelo. -me empuja a un probador, dejándome sin escapatoria.
- Helena... -trato de empujar la puerta- ¡Oye!. -exclamo.
- No te quejes. -me regaña- Te estoy haciendo un favor. -me pasa por arriba de la puerta el vestido.

Lo tomo a regañadientes.

No necesito un vestido nuevo.
Bueno....al menos no pensaba en comprarme uno.

Suspiro pesadamente, mientras me desvisto, preparándome para ponerme el vestido.
Una vez que me acomodo, me miro en el espejo.
Es blanco.
Hace que mi piel resalte mas, así como también mis ojos. El escote es algo pronunciado, pero no se ve mal; me suelto el cabello para que mis rizos decoren mi espalda.
Lo pienso como cinco veces para salir del probador y de inmediato me arrepiento cuando escucho el suspiro de Helena.

- ¡No, espera!. -se me lanza y me obliga a salir por completo.
Me coloco enfrente del enorme espejo que hay en el pasillo y me miro de arriba a bajo.
- Kat, te vez muy hermosa. -su mirada muestra asombro así como también orgullo- Soy muy buena para elegir vestidos. -dice alegre.
- Yo diría que algo complicada. -le comentó.
- ¡Sere una diseñadora de moda excepcional!. -exclama; parece que le rebotó el comentario, aunque se que me ha escuchado.
Ella ríe de emoción.
- Te lo llevas. -me dice.
- No lose Helena.... -dudo, mientras me observo detenidamente.
- Kat, te vez deslumbrante. -busca algo en su bolso- Es más, tomare una foto. -veo un flash.
- Helena no es necesario que me tomes una foto. -pongo los ojos en blanco.
- ¿De que estás hablando?, este es un momento histórico.
- Ay por favor, no es como si no me comprara vestidos.

Guarda el celular.

- Kat....es la primera vez que eligió un vestido para ti. -hace un puchero- Cómpralo.... -me ruega.
- Es que.....
- ¿Si?, por favor, por favor, por favor.....
- Helena, ya no eres una niña para hacer berrinches.
- ¡COMPRALO!. -me mira con una cara amenazante; es el tipo de expresión que haría un criminal demente.
- ¡Por dios!, no hagas esa cara, pareces demente.
- Desde pequeña lo es. -dice una voz, que acapara la atención de ambas.

UN SUSURRO A LAS ESTRELLAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora