Me había pasado la tarde preparando el golpe de esta noche, tenía que salir todo perfecto, esto iba a ser divertido.
Cenamos a las nueve, Flora y Luck se pasaron toda la cena hablando de hacer cosas todos juntos en el instituto, como actividades de clubes escolares y salidas, que perdida de tiempo, pero a ellos parecían gustarles esas cosas, pero jamás me apuntaré a un club, ya que no soy sociable y nunca iré a salidas ya que no me gusta la luz.
Al fin se fueron a dormir, me coloque los puños americanos atandolos a mis piernas con unos trozos largos de tela que encontré cuando recogía mi cuarto, de tal manera que los tapara mi falda asi me sería sencillo sacarlos y que no se notarían, no se si lo sabeis, pero mi falda es tipo vailarina de ballet pero más larga, en realidad soy una chica muy inteligente.
Salí por la ventana, esta noche hay luna llena, la unica luz que me gusta, fui recorriendo las calles sigilosamente, recorría las calles rápida e invisible, como una sombra.
Vi a una mujer de entre 30 y 40 años, me acerqué por la espalda y le roce muy suavemente el cuello era su día de suerte no iba a morir, aun le quedaba tiempo de vida. La mujer notó el roce y se giró, pero yo ya no estaba detrás de ella era como si me hubiera desvanecido.
Es normal que a estás horas de la noche haya poca gente por las calles así que entre de casa en casa también, colandome como podía.
En la tercera casa en la que entre, había un bebé en una cuna que debía haber muerto hace dos dias mientras dormía.
Le ahogaré con un cojín para que parezca una muerte normal. Cerré la puerta y me aseguré de que no había ningún monitor de bebes o algo por el estilo. Le coloqué un cojín sobre la cabeza y lo haogue, no podía llorar ya que lo estaba ahogando, enseguida dejó de respirar y le retiré el cojín.
Me quede mirandolo le cerré los ojos
Yo: Felices sueños
Si, puede que parezca orrible e inmoral matar a un bebé, pero es parte de mi trabajo, además por si os lo preguntáis, si, los bebés que aun no están bautizados van al cielo, no han podido cometer los pecados graves que te mandan al infierno.
Pasé por otras dos casas más pero todos aun tenían tiempo de vida, mientras salía de la segunda casa pensaba que alomejor debía pasarme por el hospital, seguro que hay pacientes con enfermedades graves que deberían de haber muerto, no me gusta hacer sufrir a los enfermos más de lo previsto.
?: Hola -Dijo alguien interrumpiendo mis pensamientos.-
Levanté la mirada para poder ver quién era, era el chico raro de ojos azules que me compro los puños americanos, seguro que me ha visto salir de la casa ¿qué hago? ¿qué voy ha hacer?
?: ¿Qué hacías dentro de esa casa?
Pensamiento: Mierda, mierda, mierda ¿ahora qué hago? Aaaaa!!! me esta mirando le tengo que responder rápido.
Yo: Nada que te interese- le dije seria y de mala gana-.
?: ¿Estabas robando?
Pensamiento: Aaaaah! ahora se cree que soy una ladrona, aunque... Es mejor que saber que soy una asesina.
Yo: No, estaba trabajando.- Completamente cierto-.
?: Bah, da igual, pero deja de mirarme asi, das miedo- se rió-.
Yo: Tengo trabajo.- Giré hacia la derecha mostrando total indiferencia-.
?: No te lo puedes saltar esta vez, tengo unos amigos que quieren conocerte.
Fruncí el ceño y le contesté secamente.
Yo: No- Lo ultimo que quiero es socializarme, quiero seguir pasando desapercibida-.