Lydia: ¿Qué es esto? -Miraba un papel-
Yo: Mi dirección, ven hoy a las cinco.
Lydia: Ah, claro. -Me fui a la siguiente clase-
Terminé las clases y fui a casa.
En casa hice lo que suelo hacer siempre hasta que Flora salió a la reunión de su grupo de coro, una vez sola comencé a prepararme para la visita de Lydia, me aseguré de tener bolsas de basura grandes, un arma eficaz cerca, pensé en un lugar para esconder un cuerpo (al lado hay un descampado), solo por si se daba la necesidad.
Llamaron a la puerta***
Lydia: Ah... Buenas tardes -Sonrío algo nerviosa-
La miré seria sin responderle y entré en el salón haciéndole entender que pasara, nos sentamos en la mesa.
Yo: ¿Qué es lo que sabes?
Lydia: Bueno, el fin de semana pasado te vi con un hombre. -Tomó una pausa- cuando te vi entrar con el a una tienda abandonada supuse que te había engañado para... para "propasarse" asi que tras pensarmelo un rato me acerqué pero te vi salir y decidí esperar a que te fueras, sabia que eso no era normal asi que entré en la tienda. -Me miró con una mirada firme- le habías matado. -La sala se quedó un rato en silencio-
Me dispuse a decir algo cuando me interrumpió.
Lydia: Nunca había visto a alguien actuar tan sumamente tranquilo tras matar a alguien, y mas, una chica adolescente.
Yo: ¿A dónde quieres llegar?
Lydia: Es posible... ¿Qué hayas matado mas veces?
-Durante un momento nos quedamos en silencio-
Yo: ¿Y si así fuera que harías?
Lydia: En realidad no diré nada, me gustaría agradecerte que lo hayas matado. -Lo dijo muy convencida-
Yo: ¿Qué estarías dispuesta a hacer?
Lydia: ¿Eh?
Yo: ¿Si soy una asesina me ayudarás?
Lydia: Yo no...
Yo: Entonces tendré que matarte.
Lydia: Cómo... -Miró mi expresión seria y en su rostro se apreció terror- No soy una sesina.
Yo: Yo si. -Saqué un cuchillo que había dejado debajo de la mesa y con un veloz movimiento se lo puse en el cuello-
Lydia: ¡Te ayudaré! ¡Pero no me mates!
Yo: ¿Me prometes lealtad? Nada de lo que hablemos, ni una sola palabra, se lo podrás contar a nadie.
Lydia: ¡Lo prometo!
Yo: Has hecho un contrato con la muerte, si lo incumplieras iría a por ti, estuvieras donde estuvieras y te mataría. ¿Alguna duda? -Tiré el cuchillo-
Lydia: No en tiendo e-eso de la "muerte".
Yo: Soy "la" muerte.
Lydia: ¿La muerte? Nadie es la muerte.
Yo: ¿Has visto las noticias en los últimos días?
Lydia: Sí...
Yo: Desde hace unos días, desde que caí al mundo humano, las personas han dejado de morir.
Lydia: Demuéstralo -Mas bien que miedo ahora Lydia tenia curiosidad- si eres la muerte demuéstralo.
Yo: Eres molesta... -Fui hasta donde estaba el cuchillo y lo cogí-
Lydia: Es-espera ¿qué vas a hacer?
Levanté mi cabello con una mano y clavé el cuchillo en mi nuca.
Lydia: ¡¡Aaaaaaaaa!! ¡¿Qué haces?!
Yo: No grites, solo mira -Me giré mostrandole mi nuca, la herida estaba sanando sola.- una herida asi hubiera matado a un humano.
Limpié la sangre del cuchillo y deje que Lydia se calmara.
Lydia: Dime una cosa ¿por qué estas aquí?
Yo: Un accidente, no debería estar aquí.
Lydia: ¿Que pasó?
Yo: Hay cosas que los humanos no deben saber. -Lydia frunció el ceño decepcionada-
Lydia: ¿Hay mas como tu?
Yo: Antes nos llamabais Dioses. Si, hay mas como yo. Vete ya.
Lydia: ¿Eh? ¿Por qué?
Yo: Tener combersaciones inútiles me agota. -Fui hasta la puerta-
Lydia: Bueno, bueno, me voy. -Salió de la casa-
Yo: Recuerda nuestro contrato. -Cerré la puerta-
El día paso volando, a partir de mañana iba a entrenar, no un entrenamiento normal, uno para mejorar y descubrir mis poderes, iba a tener que proteger a muchas personas, y eso es nuevo para mi.
Envié la foto de la novia de Dani por WhatsApp, no entiendo como se pueden emocionar tanto por una chica.
Esa noche Demon no fue a la reunión y Mirella no me miró ni me habló.
Numero de muertes esta noche: 5