Si Newt no hubiera muerto ...

DOS: Podemos salvarlo

Thomas cerró los ojos y los apretó con fuerza con el dedo en el gatillo.
-Lo siento tanto, Newt- le susurró a su amigo con lágrimas corriendo intensamente por su rostro. Estaba a punto de ponerle fin a la vida de su amigo, pero abrió los ojos un momento y en ese instante pudo observar cómo una pequeña bola de luz se dirigía hacia a ellos por el aire, unos segundos más tarde impactó en el lastimado cuerpo de Newt y éste cayó al suelo a su lado.

-¡Newt!- gritó Thomas y se arrodilló a un lado de su amigo, al acercarse más vio como algunas chispas de electricidad salían de su cuerpo. Newt comenzó a retorcerse de dolor y respiraba pesadamente. Un segundo después dejó de moverse, pero su pecho aún subía y bajaba dejando claro que aún estaba con vida.

-Él está bien, Thomas- dijo una voz conocida detrás de él.

-¿Minho? ¿Qué haces aquí?- preguntó Thomas muy confundido al ver a su otro amigo frente a él.

-Güey, esperaba que al menos me recibieras con un cálido abrazo- dijo sarcásticamente y sonrió con tristeza- Estaba preocupado, nuestro amigo estaba enloqueciendo por una maldita enfermedad y no podía perderte a ti también. Estabas yendo justo hacia tu muerte al dirigirte hacia C.R.U.E.L. Tuve suerte de encontrarlos de camino.

Ayudó a Thomas a levantarse y le lanzó un trozo de cuerda vieja para después señalar a Newt en el suelo.

-Amarra al shank ese y subámoslo a la maldita camioneta.

Thomas hizo lo que el coreano había dicho y juntos lo cargaron hacia el vehículo donde se encontraba Lawrence con la mujer. Al verlos subir al rubio ,que yacía inconsciente, se miraron confundidos.

-¿Cómo carajo hicieron para que esa cosa quedara inconsciente?—preguntó la mujer frunciendo el ceño con confusión.

- Primero, te aclaro que él no es una "cosa" maldita garlopa, es nuestro amigo—dijo Minho con los ojos entrecerrados, aunque era difícil saberlo por sus ojos rasgados de asiático— Y segundo, utilicé una Lanzadora directamente robada de las instalaciones de C.R.U.E.L. Te hace pasar los peores minutos de tu vida, así que si no quieres que te dispare a ti también deberás cerrar la boca.

Thomas asintió dejando claro a la mujer que la lastimarían si intentaba impedir que ayudaran a su amigo.
La mujer se limitó a encogerse de hombros para luego girarse hacia el frente sin decir una sola palabra.
-Solo suban a la camioneta y vámonos- dijo Lawrence y encendió el vehículo. Cuando ambos subieron arrancó la camioneta y se dirigieron al Berg que los esperaba mas adelante en el hangar.

Thomas se mantuvo en silencio y se giró para ver a Newt. Se veía tan tranquilo y respiraba suavemente, parecía como si hubiera vuelto a ser el mismo chico de antes, que se dedicaba a motivarlos a seguir adelante.

Sin embargo las oscuras venas marcadas en su rostro, los rasguños y los magullones le recordaban que la enfermedad en su interior comenzaba a borrar el rastro de su vida pasada; era como si en unos minutos todo dentro de él hubiera desaparecido para dejar en su lugar a un nuevo ser sin sentimientos que se alimentaba de los recuerdos pasados y de toda la humanidad que había en él.

Minho observó a Thomas y puso una mano sobre su hombro.
- Él estará bien— le dijo con un rastro de tristeza en su voz.

- ¿Crees que hay una cura? ¿Crees que esté en mi?— le preguntó Thomas mientras una lágrima escurría por su mejilla.

- No lo sé, pero si de algo estoy seguro es que no nos rendiremos hasta encontrar algo que salve a Newt. Piensa en cuantas veces estuvo dispuesto a entregarse por nosotros, debemos hacer lo mismo por él.

Thomas volvió a observarlo y dentro de su pecho sintió como si hubieran tomado su corazón para después estrujarlo.

- Pude haberlo matado— dijo al momento que su voz se quebró— Estuve a punto de matarlo y si no hubieras llegado él estaría muerto. ¿Cómo pude siquiera pensar en hacer algo como eso?— Un par de lágrimas más resbalaron por sus mejillas.

- Shank, no te culpes por ello, estabas asustado. ¿Recuerdas lo que decía Alby? Si no tienes miedo no eres humano— hizo una pausa— Deja de pensar en ello y perdónate por haber pensado en hacerlo.

Thomas asintió y dio un abrazo a su amigo. No iba a rendirse hasta que todos estuvieran a salvo. Minho, Newt, Brenda, Jorge, Sartén e incluso el idiota de Gally o Teresa. Los salvaría a todos ellos, incluso si tenía que entregar su vida para hacerlo.

- Podemos salvarlo- susurró Thomas a su amigo— Tengo fe en ello.