La orden de los paladines

Capítulo 1

Nueva ciudad y nueva casa, nueva escuela y nueva vida, un cambio radical que a cualquiera asustaría pero Ji Hoon estaba emocionado. Extrañaría vivir en el campo, donde es todo más tranquilo y las preocupaciones parecen más insignificantes, pero le gustaban las nuevas aventuras y no había nada que lo retuviera en su antiguo hogar.

Estaba entusiasmado por comenzar el nuevo año escolar, se levantó temprano con la energía de siempre, vistió su uniforme y no tuvo que esperar a que su madre le hiciera el desayuno pues de eso se encargó. Ya con la mochila lista desde la noche anterior, se dispuso a irse y se despidió de sus padres cuando apenas estos se levantaban pero su madre lo hizo detenerse en la puerta.

-Nunca había visto a alguien tan emocionado por ir a la escuela - comentó la señora que acomodaba el cuello de la camisa de su hijo y posteriormente le dio un beso en la mejilla- Que tengas un buen día y no vayas a meterte en problemas.

-Sabes que no lo haré, lo que ocurrió no fue mi culpa, sólo intentaba defenderme.

-Lo sé, lo sé- acarició la mejilla de su hijo y le dio otro beso - Ya ve.

El señor Pyo, padre de Ji Hoon, le dio unas palmadas en el hombro a su hijo y le deseó mucha suerte en su primer día.

-¿Crees que esté bien aquí en ésta ciudad? - preguntó la señora a su esposo un tanto preocupada.

-Estará bien, no te preocupes.

Era una hermosa mañana de primavera, la temperatura era baja pero el cielo estaba despejado y el sol calentaba agradablemente; los árboles ya pintados de verde adornaban las calles, dejando atrás el aspecto frío característico del invierno y los capullos de flor estaban listos para pronto florecer. Ji Hoon no tenía prisa, aún era temprano, así que podía caminar tranquilamente hacia la parada de autobús mientras disfrutaba del día. Salió del vecindario hacia la avenida principal y cruzó la calle para llegar a la parada pero sus perfectos reflejos lo hicieron detenerse antes de que una moto que pasó a toda velocidad se lo llevara por delante. Fue tan repentino que apareciera que no supo ni de donde vino.

-¡Loco! ¡Ten más cuidado! - le gritó a quien conducía la moto que ya se encontraba lejos- Debe tener mucha prisa para conducir así- negó con desaprobación.

El autobús no tardó en llegar y pudo conseguir un puesto libre hasta la escuela.

La institución era enorme, la había visto por internet cuando supo que iría allí pero en persona era más impresionante. No era una escuela privada pero parecía como si a ella asistieran sólo los jóvenes más adinerados de la ciudad, definitivamente un gran contraste con el colegio al que asistía anteriormente en donde había por mucho doscientos estudiantes. No iba a negar que se sentía intimidado y más nervioso que antes pero haría lo mejor para adaptarse lo más rápido que pudiera.

De acuerdo a la información que tenía su aula era la 2-B, ubicada en el edificio trasero donde se encontraba la secundaria y preparatoria. Llegó sin problemas y sólo había unas cinco personas que no le hicieron caso al entrar y pronto el salón se llenó hasta que estuvieron todos.

-Buenos días a todos-dijo el profesor al entrar. Los estudiantes respondieron al unísono el saludo- Mi nombre es Ahn Jaehyo, seré su tutor durante éste año escolar y profesor de ciencias sociales y literatura. El año pasado entré como sustituto del profesor Park pero tuvo que irse definitivamente por problemas de salud así que dejaron éste curso a mi cargo.

El profesor Ahn era un chico muy joven de apenas veinticinco años recién graduado de la universidad hace un año. Fue recomendado por el antiguo tutor del curso 2-B, el profesor Park, quien es muy amigo de sus padres. A pesar de su inexperiencia, mostró gran profesionalismo, madurez y responsabilidad durante el tiempo que fue sustituto y por esa razón le confiaron el puesto definitivamente.