niña mal -Christopher velez- ADAPTACION

~2~

-Déjalos, que la destruyan-Dije con naturalidad.

-¡No! ¿Tu eres Leyla cierto?-hablo Christopher

-Si ¿Tu quien eres?

-Christopher, soy el guardia de tu amiga. Ayúdame a detener esto, porfavor.

-¿Qué hago?-dijo.

-¿Tienes que pedirle permiso? ¡Por Dios! Dejame lo hago yo- Christopher se fue.

-¿Qué te parece, Leyla? ¿No esta lindo el niñero?

-Se ve realmente molesto.

-Más molesta tengo que estar yo por todo lo que me paso esta noche, y en vez de deprimirme lo estoy festejando...vamos por unos tragos.
Nos dirigimos a una de las barras, habían tubos de strippers sobre ellas. Me tomé un tequila y subí.

-______! ¿Qué haces? Dijiste que los tubos son para las necesitadas.

-Lo es, amiga. Pero esto matará a Christopher, quiero verlo combulsionar de la furia- reí.

-Este chico no sabe a lo que se metió, pobre.-Me contesto

-¡Súbe el volumen!- comencé a bailar eróticamente en el tubo mientras todos gritaban y me aplaudían alrededor. A los minutos llegó Christopher con cara que había visto un fantasma.
-¡¡______!! ¡Baja de ahí ya mismo!

(Me fingí ebria) -Ni lo sueñes, papu ¡Estoy en la cumbre!- comencé a gritar como loca y empinarme botellas de vodka.

Christopher me agarro de las piernas y caí sentada en la barra. Luego me tomó de la cintura y me cargó...Caminó hasta arriba y entró a una habitación, habían dos parejas haciendo de las suyas.

-¡¡Fuera!!- dijo muy furioso.
Todos se fueron y él me acosto en la cama. Era un buen momento de seducirlo, yo le tenia unas ganas.

-¡No puedo creer todo lo que hiciste! Osea si, no es raro de ti...pero nisiquiera estabas presente...Nos fuimos una hora, una simple hora por una película, nisiquiera te dejé sola un segundo y armas todo esto. Tienes un nivel de inteligencia malévola impresionante.

-Acércate- me fingí borracha.

-Mira nada más, ya estás ebria- se acercó a mí. Yo lo tomé del cuello y lo acerqué a mi rostro.

-Sabes algo, me encantas...no puedo evitar este gusanito pervertido en mi cabeza que se me activa estando sola contigo en una cama.

-Estás loca, no sabes ni lo que dices- se levantó pero lo detuve tomando su mano.

-¿No te quieres divertir un ratito conmigo?

-Estas ebria, jamás te pondría un dedo encima en ese estado.

-¿Y si no lo estuviera?- Christopher sonrió.

-Eres una niña muy loca- Agarro su teléfono y salió de la habitación.
Me levanté y me dirigí hacia la puerta para salir, pero estaba cerrada con llave.

-¡Mierda! No es tan tonto como pensé...- me dirigí a la ventana pero tambien tenía la seguridad puesta.

-¡Idiota!- grité molesta.

Minutos despues escuhcé gritos, balazos y parecía una corrida de caballos, me asusté. A los minutos Christopher entró con Leyla, me tire al piso.

-Está ebria.

-Pobrecita- se sentó en el piso y puso mi cabeza en sus piernas.

-¿Pobrecita? Esta niña es el demonio encarnado.

-No digas eso, sólo es víctima de las fiestas.

-Ya llamé a sus padres y les conté todo...dále un café cargado, una cachetada, tirale un balde de agua fría ¡Lo que sea! Llamaré al servicio de limpieza para que arreglen el desastre que está hecha esta casa- dio un portazo y se fue. Abrí los ojos.