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Pasaron aproximadamente dos meses desde que a Jungkook le habían dado de alta del hospital. Eran las tres de la madrugada cuando Hoseok escuchó el grito desgarrador que venía de la habitación de al lado, se levantó rápidamente y corrió hacia su hermano que tenía otra pesadilla

—¡Ayúdenme, por favor!— sollozaba el menor revolcándose en la cama

—¡Jungkook despierta, Jungkook!—lo tomó de los hombros para sacudirlo un poco logrando despertarlo, el menor asustado y desorientado le dio un empujón

—Jungkook soy yo, tu hermano, soy Hoseok— se acercó lentamente y Jungkook comprendió que había sido otra pesadilla, miró al mayor y se puso a llorar

—Lo siento hyeong— se sentía confundido, sucio, con miedo, cada vez que cerraba los ojos podía ver a la persona que lo había atacado

—Tranquilo, todo va estar bien ¿quieres que te traiga agua?— preguntó preocupado pero su hermano solo negó con la cabeza volviendo a taparse y esconderse entre las sábanas

—Quiero estar solo, por favor— Hoseok solo asintió triste

—Esta bien, si necesitas algo llámame— no recibió respuesta y se retiró a su habitación

Estaba cabizbajo, no sabia que hacer para que Jungkook volviera a ser el mismo aunque quizás eso nunca suceda. Se sentía culpable una y otra vez pensaba en que quizás nunca debió sacar a Jungkook de su ciudad natal pero solo estaba buscando una vida mejor para él, sus padres habían confiado pero con todo lo que había pasado se sentía horrible, hubiese dado lo que sea por estar en su posición.

Su estrés ya estaba al máximo, necesitaba relajarse o perdería la cabeza. Fue al baño, en un pequeño estuche tenia unas pastillas que tomaba cuando se sentía alterado, había dejado de beberlas porque le generaban dependencia pero ya no aguantaba, se tomó unas cuantas para después servirse un vaso de whisky a las rocas, según él lo mejor para calmar los nervios, en estos dos meses las pastillas y el alcohol nocturno se habían convertido en sus amigos.Luego de terminar su trago si fue a dormir un momento, sabía que en una hora más escucharía los gritos de su hermano por una pesadilla otra vez.

Mientras tanto Jungkook seguía atrapado en sus pensamientos, veía oscuridad a su alrededor, como si se hundiera en un océano oscuro y frío, cada vez que intentaba dormir tenía pesadillas que lo perturban, como si aún pudiera sentir las sucias manos de aquel hombre en su cuerpo, era tan desesperante, solo quería dormir y no despertar pero había solo una razón por la que no había perdido la cabeza por completo, una pequeña luz de "felicidad"

——mensaje de taetae——

¡Hola Jungkookie! Se que es tarde pero, quería que supieras que te extraño, aun que no me has respondido los mensajes últimamente, pero te comprendo, espero verte pronto, si quieres hablarme puedes hacerlo en cualquier momento, eso, creo que ya escribí demasiado
Descansa 💕

——fin del mensaje——

Ese era su rayo de luz, a causa de esos mensajes sus pensamientos se dividían, quería alejarse pero a la vez quería tenerlo a su lado confortándole, era tan difícil y confuso, su omega aún estaba lastimado, tanto, que se reprimió muy dentro de él, ya no podía escuchar sus aullidos, era como si estuviera vacío y su parte humana sentía temor de eso. También le preocupaba su hermano que hacía lo posible para que estuviera bien, suponía que debía ser muy pesado y cansado estar cuidando de él todas las noches, no quería que se enfermara por su culpa, se sentía como una carga que no valía nada, pensaba en que hubiese sido mejor morir, lo prefería así a vivir como un miserable traumado que solo traía problemas a los demás.

Pasó la amarga noche y en la puerta de la mansión había un chico castaño de ojos verde opaco esperando a que alguien saliera. El mayordomo abrió la puerta y lo dejó pasar a la sala, donde se encontraba Hoseok

Eternal Bond (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora