Eternal Bond (Editando)

6

Jimin volvió en sí abriendo lentamente sus ojos, percibió un olor amaderado y fresco a su alrededor, era agradable, demasiado, su cuerpo se sentía extraño, como un calor recorriéndole, ¿de donde provenía ese aroma? Estuvo aturdido por unos segundos hasta que escucho una voz grave hablar, se sobresalto mirando a todos lados, estaba en el auto

—al fin despiertas— miro al chico de cabello negro, piel blanca, semblante serio y ojos verdes que conducía

—¿Quién eres? Por favor no me hagas nada—dijo asustado, notando que era un alfa

—descuida no te haré nada, pero por favor toma tus supresores, tu aroma me esta matando, ¿como puedes desprender ese olor tan dulce?—dijo extendiendo el pequeño frasco que había recogido, luego se cubrió la nariz con el antebrazo

—gracias perdón por incomodarte—tomó el frasco y tomó una de las píldoras

—¿Eres un alfa cierto?—pregunto para confirmar lo que había pensado

—¿tu que crees?—dijo mientras seguía mirando el camino

—¿Qué si?

—respuesta correcta!—dio una leve sonrisa ladina

—¿Cómo sabes el camino a mi casa?

—estaba en el GPS—respondió sin importancia

—¿Tú me ayudaste cierto?

—si, deberías tener más cuidado con los idiotas que sales! Si no hubiera llegado ya estarías perdido con ese idiota

—es una larga historia—le respondí suspirando

—¿te hizo mucho daño?

—no quiero hablar de eso ahora— bajo la mirada, el chico asintió

—¿Y cómo te llamas?—le dio una mirada rápida observando los ojos del menor, eran distintos, azul y miel, linda combinación

—mi nombre es Jimin y ¿el tuyo?

—soy yoongi

—bueno, gracias por ayudarme yoongi—por alguna razón que no entendía se sentía avergonzado, ese chico le ponía nervioso, hacía que su cuerpo se estremeciera cuando hablaba y sus manos sudaban, su lobo también se comportaba extraño, saltaba de alegría

—tus ojos— le miró tratando de verlos mejor

—a si, tengo heterocromía, el derecho es café claro y el izquierdo es azul, no me gustan mucho, siempre la gente se me quedan mirando raro—dijo cabizbajo

—son lindos—dijo sin despegar la mirada del camino

—los tuyos también me gustan—respondió Jimin mientras jugaba con sus dedos, él solo le dio una leve sonrisa

—¿Cuántos años tienes Jimin? Te ves joven

—tengo dieciséis

—No creo que sea buena idea estar a esta hora afuera ¿saliste a escondidas de tus padres?—frunció un poco el ceño

—No, papá dijo que saliera a dar una vuelta con ese chico, yo no quería, pero es el hijo de su socio

—si yo fuera él no dejaría que salieras con chicos, menos a esta hora

—¿por qué?

—eres un omega demasiado débil, pequeño y lindo para andar por ahí solo— Jimin no supo como responder, estaba mas rojo que un tomate

—pero no te sonrojes

—no me digas esas cosas

—lo siento, suelo decir lo que pienso, solo tómalo como un cumplido