Epílogo

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Un año después.

-Bien, creo que ahora sigue Iron Man 3 –Pronunció la morocha con voz alegre desde el sofá.

-Yo paso. Me voy a la cama –Dijo Romeo, el menor de los hijos de Jon, poniéndose de pie.

-Al menos aguantaste más que los flojos de tus hermanos –Volvió a hablar la chica, aunque con una gota de disgusto en el habla.

El adolescente se carcajeó y luego se despidió de su padre y de la mujer con un beso de buenas noches.

Afortunadamente la chica tenía una excelente relación con los hijos de su novio, aunque le había costado ganarse a Stephanie en un principio por la poca diferencia de edad que había entre ellas.

-Tú si vas a quedarte conmigo, ¿verdad? –Se acurrucó más sobre los cojines y se pegó al cuerpo de Jon.

-Creo que puedo aguantar una película más –Respondió tranquilo, envolviendo la cintura de su chica con ambos brazos.

-¿Aguantar? Suena a que te estoy torturando –Se quejó.

-No exactamente. Adoro compartir estos momentos contigo, pero ya me estoy cansando un poco de ver la cara de Robert Downey Jr.

-¿Quién podría cansarse de ver ese bello rostro? Por cierto, tú trabajaste con él en esa serie... -se detuvo un momento para intentar recordar el nombre.

-Ally McBeal –Respondió con cierto malhumor- Y no. Él no estaba en el programa cuando yo ingresé.

Catalina observó a su novio con cierta diversión en la mirada. Ese tono que había usado no le había pasado desapercibido.

-¿Estás celoso?

-Claro que no. No tengo nada que envidiarle –Contestó con la misma voz de antes, evitando cruzar la mirada con los ojos oscuros de la joven.

-Es cierto. Que se joda Robert. Tienes todo para ser Iron Man, sólo te falta el traje –Rió y lo besó en la mejilla.

-Puedo conseguir uno –Dijo cambiando su actitud completamente por una seductora.

-¿Y me llevarías a volar? –Preguntó curiosa sentándose sobre él, ignorando por completo que la película ya se estaba reproduciendo detrás de ella.

-Te llevaría hasta el cielo y te haría ver las estrellas, cariño –Prometió rozando los labios de Catalina con los suyos.

-No necesitas el tonto traje para eso, Bongiovi –Ronroneó antes de cerrar la distancia con un beso apasionado.

Se separaron cuando les hizo falta llenar sus pulmones con oxigeno, entonces ella se giró para mirar el reloj.

-Faltan casi una hora para que termine tu cumpleaños ¿Por qué no subimos y terminamos de festejarlo como más nos gusta? –Propuso a la vez que lo besaba en el cuello.

Antes de decir algo más, Jon apagó el televisor con el control remoto y se puso de pie sosteniendo a su novia por el trasero, ella ayudó rodeándolo con las piernas.

-Eres la mejor, cariño. Por eso te amo tanto –Dijo finalmente mientras se apresuraba en dirección a las escaleras.

-Yo también te amo –Lo besó en la mejilla y afirmó su agarre- Sólo procura no dejarme caer. 

The Perfect Gift (Jon Bon Jovi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora