↭Estar dentro de una exasperante habitación teñida de blanco por donde quiera que mirase, era algo que Kaneki Yuki ya no podía tolerar más.
Estaba harta; harta de estar encerrada, harta de verse expuesta todos los días a nuevos exámenes y pinchazos en los brazos que dolían y dejaban pequeñas protuberancia que, gracias a los Dioses, desaparecían en cosa de segundos bajo el metabolismo con el que su cuerpo fue creado en el vientre de su lunática y agradablemente fallecida madre biológica.
Admitía que se sentía importante por la atención que tenía, así como las visitas que nunca paraban de cruzar por las puertas, siendo siempre alguien diferente cada dos horas, o los fascinantes regalos que cargaban consigo como ofrendas de buena voluntad y pronta recuperación.
Yuki bufó, masticando un bombón de chocolate en la boca. Ella, técnicamente, no tenía una sola pizca de enferma terminal como para estar ahí dentro privada de libertad humana, y aunque comprendía el motivo de la preocupación, era inevitable sentir que estaban exagerando demasiado la situación.
Bien, de acuerdo, ya no era la muchacha que ellos habían visto hace dos meses atrás; la dulce, tímida y agradable Kaneki Yuki, pero tampoco era la desquiciada alter ego que andaba por ahí matando a quien se le diera la gana. Era ambas, lo quieran o no, lo acepten o no; Yuki nunca volvería a ser la de antes, ahora sólo podía ser ella misma (valga la redundancia).
Era Yuki y Kira, ambas en un solo ser, transformadas en algo mejor y glorioso (bueno, ni tanto, pero se sentía como si así fuera). De hecho, Ken y Haise deberían sentirse agradecidos de que se haya dignado a abrir los ojos y lucir más saludable que nunca jamás se sintió en la vida.
Además, ella no estaba siendo el único problema por el que preocuparse, se supone que ya estaba siendo hora de pedir disculpas apropiadas al director de la academia Yūei, después de todo, Yuki ya no sabía si quiera si aún tenía el lugar que le correspondía dentro de la clase principal del departamento de héroes porque, vamos, casi mató a Midoriya Izuku, por poco ejerce daño colateral a dos estudiantes y colocó en riesgo más vidas que sólo la de los dos villanos que alcanzó a enfrentar (demás estaba decir que mató inescrupulosamente al primero y devoró sin remordimientos a la segunda, aunque la perra se lo mereciera).
Con vaguedad, se cuestionó si sus compañeros aún querían verla y ser su amiga, lo quiera o no, ya no podía estar segura sobre cómo se sentían ellos al respecto. Quizás logró conocer otra cara de ellos, y puede que no la odien y deseen no verla nunca más en sus vidas, pero al menos, Yuki quería tener la oportunidad de disculparse apropiadamente con ellos también (y de paso, molestar a Bakugō por terminar capturado por el enemigo, se estaba muriendo por sacarle en cara lo de damisela en peligro, algo que la otra Yuki jamás habría hecho).
Yuki miró la puerta cuando esta fue tocada tres veces y luego abierta; eso significaba que un visitante había ido a verla. Yuki se emocionó, inclinándose en la camilla con rodillas y manos puestas sobre las sabanas.
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chaos ; reBORN
FanfictionLos pecados han sido liberados y el renacimiento ha surgido de una forma esplendorosa que traerá más de lo que hayan imaginado. Kaneki Yuki ya no es la misma, pero el mundo tampoco. Prepárense, porque el caos, era sólo el comienzo. ↭ Fanfiction basa...