Ragoney: Yo seguiré siendo tu perro fiel (BDSM)

13. Tituseo

- Vale vale chicos, hay que aparentar que vamos bien o nos chutarán - dijo Raoul cuando estaban a punto de entrar a la discoteca.

- Te quejabas de que hablaba raro, pero anda que las expresiones que tú usas... ni que fuésemos pelotas de fútbol, jajajajaja.

- Ago, no tiene gracia - dijo Raoul.

Gracias a las clases de interpretación de los Javis pudieron fingir a la perfección que no iban borrachos (esta había sido la única utilidad de esas clases). Una vez entraron, Raoul y Aitana les enseñaron a sus compañeros de fiesta las distintas salas de la discoteca. Pero Agoney iba tan empanado que cuando se dio cuenta ya había perdido a sus amigos.

- ¡Jolin! Qué marrón - exclamó Agoney en voz alta.

Como no le quedaban datos en el móvil y no quería llamar a sus amigos porque le cobraban las llamadas y ya estaba bastante pobre, decidió dar una vuelta por Titus a ver si les encontraba. De repente, una mano tocó su hombro.

- ¡AGONEEEEEEEEEEY! - exclamó una voz conocida. El canario se giró y se encontró con alguien a quién no esperaba ver ahí.

- ¿Alfred? ¡Hombre, hola! ¡Qué sorpresa verte!

- Tío, ¿qué haces aquí en Titus? ¿Con quién has venido?

Entonces, Agoney recordó que se habían olvidado de invitarle y que incluso le habían bloqueado de las historias de Instagram.

- Eeeeh... bueno... he venido yo solo, que me lo han recomendado mucho.

- Venir solo es un poco raro, ¡pero ambos somos muy raros!

- Ya, sí... Bueno, me ha hecho mucha ilusión verte pero me tengo que...

Agoney no pudo ni acabar la frase ya que sus amigos le encontraron. Alfred les vio y empezó a entender lo que pasaba cuando se fijó en la bandana que llevaba Nerea en la que ponía "Feliz cumpleaños".

- Hostia, Alfred - exclamó Raoul aguantándose la risa ante esa situación tan incómoda.

- ¿Pero no habías venido solo, Agoney? No entiendo nada - Alfred estaba muy desconcertado.

- Ay, Alfred, es que pensábamos que estabas liadillo por Eurovisión y por eso no te hemos invitado al cumple de Nerea - dijo Aitana.

- Ah... pero si ayer os dije que tenía una semana de descanso...

- Bua, Alfred, me sabe fatal, de verdad. ¿Estás enfadad? - dijo Nerea.

Alfred realmente estaba algo molesto y decepcionado pero no quería mostrarlo delante de sus compañeros.

- No lo estoy... Bueno... os dejo disfrutar. Adiós.

En cuanto Alfred se giró, una lágrima cayó por su mejilla y, sin poder evitarlo, fue corriendo al baño para poder llorar y desahogarse. 

Los cuatro amigos se sentían un poco mal, pero oye, acababan de entrar y la noche era joven. Así que no tardaron en volver a divertirse. De repente empezó a sonar una melodía muy conocida... ¡estaba sonando Lo Malo!

- Bua, bua, vamos a hacer la coreo chicos. Yo me pido ir con Nerea - dijo la benjamina del grupo.

- ¡BIEEEEEEEN! Aitana, ¿puedo ser Aitana?

- Nerea pero, ¡si yo soy la Aitana real! Tú tienes que ser Ana.

- Vale...

Agoney y Raoul se miraron y los dos dijeron a la vez...

- ¡Me pido Aitana!

- Ago, tú eres canario y yo catalán así que mantengamos eso.

- Pues me da igual, me gusta más la parte de Aitana.