Capítulo 27

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"You can't Hide from us".

Todos corrían a la mayor velocidad que les era posible, lo primordial era no separarse ni quedarse atrás, en caso de que Sakiko pretendiera atacarlos de nuevo. Eran mayoría, ¿qué podían perder al encarar la locura de una chica solitaria? Simplemente, no era ella, ya no.

Llegaron hasta donde estaba la puerta del salón de música, y Mr.V tratando de no verse violento gritó: "¡¡¡Entra!!!" Y empujó en el interior del salón a la presidenta, quien derrapó en el piso con un poco de dolor.

El Caballero abrazó a Juliette tan fuerte como pudo, y de un salto entró al salón, resbalando y quedándose tumbado en el piso. Scarlet, Adrian y Esmeralda se tomaron de las manos, y dejaron caer todo su peso corporal en un brusco movimiento para conseguir entrar los tres al mismo tiempo.

Scarlet cerró la puerta del salón asegurándolo para que nadie pudiera abrirlo desde fuera.

-A-¿Adaline?- Marybeth, aún en el suelo, giró con esfuerzo hasta quedar de frente a la chica ,que lloraba aterrada, oculta bajo una mesa.

-Estás...¡Temblando!-Los ojos claros de Marybeth se clavaron en Adaline, quien tiraba de sus rojos cabellos con los nervios al extremo, al parecer lo que había visto momentos antes, le había causado una impresión muy fuerte.

La oscuridad no era profunda, podían verse los muebles, distinguirse las sombras, aún había un débil rayo de luz que surgía de la lámpara que Sakiko tenía encendida cuando lo del piano. La luz se "adelgazaba" un poco más a cada segundo, el ambiente se enfrió ligeramente y de repente, el foco se fundió emitiendo un sonido similar a un crujido, mismo que se puede escuchar cuando los cables de electricidad empiezan a fallar o a reventar.

La oscuridad entonces ya era bastante penetrante, Adaline gritó con todo lo que sus pulmones podían dar de sí, alarmando a la presidenta, que con rapidez se incorporó, tomó a la chica de cabello rojo por un hombro y le tapó la boca.

-Shhh...nada te va a ocurrir, solo no hagas cosas que llamen la atención de esa manera- La voz de Marybeth se tornó rígida, bastante directa, pero su única intención era hacer resaltar su resistencia, tomar control de su duro carácter, para darle tranquilidad a su compañera.

Adaline movió su cabeza para quitar la mano de Marybeth de su boca.

-Sé que es tu trabajo- Respondió sin ninguna intención de dar explicaciones acerca de su temerosa conducta, el origen de sus temores no era más que un cúmulo de malos recuerdos del pasado.

-Encenderé la luz- Anunció Scarlet, con el fin de bajar la tensión de sus amigos. Se puso de pie y palpando todo lo que le rodeaba llegó a la puerta, caminó tocando poco a poco la pared hasta que se topó con el interruptor.

-¡Vingo!- Exclamó cuando presionó el botón del interruptor, y la luz iluminó todo el salón.

-Oigan, ¿No sería preciso tapar la parte de abajo de la puerta?, así la luz no se verá afuera- Comentó Adrian, deseando que Sakiko se perdirá por ahí (en la bodega donde tocaba otro polvoriento piano, o incluso que se desmayara para olvidar que los quería dañar).

-De todas formas, Sakiko nos vendrá a buscar aquí, si lo que quiere es encontrarnos; este es el salón relativamente más cercano al pasillo prohibido- Destacó Juliette.

-Espero que eso no suceda- Comentó Mr.V cruzando los brazos con ansiedad.

-En ese caso, tengo una idea- Dijo el caballero. Tomó una pila de libros y los colocó en el piso contra la puerta, impidiendo la salida de luz al pasillo.

-Vaya, vaya- Sonrió maliciosamente Sakiko, parada al otro lado de la puerta, dio un par de pasos sigilosos en reversa, se giró dando la espalda al salón de música y se alejó corriendo.

"Obsessive Poison": El amor se vuelve Obsesión, la Obsesión se vuelve locura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora