"Obsessive Poison": El amor se vuelve Obsesión, la Obsesión se vuelve locura ©

Capítulo 30

《Your soul and my
body are the perfect mix》

-Po- por favor...ayúdenos- Sakiko se sentía ridículamente débil, no entendía que le había arrebatado la euforia de golpe, no obstante, se preocupaba más por quien estaba muriendo sobre ella, era todo su culpa.

Habían sacado a unos cuantos alumnos que se habían metido a la Academia, Marybeth estaba inquieta, lloraba con una desesperación fatal y trataba de escabullirse al interior de la deteriorada institución.

-No, ¡¡ES QUE NO LO ENTIENDEN!!- Gritó a los vigilantes y bomberos, que intentaban detenerla- ¡MI PADRE SIGUE AHÍ DENTRO!- Se echó a llorar.

Por su parte, el resto de los bomberos apagaban las llamas, estaban ya muy avanzadas, era posible que hubiese una víctima o más en lo que ya era solo escombros.

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Sakiko estaba postrada en el suelo con una mirada fría e inexpresiva, con algo de trabajo consiguió distinguir a la persona que tenía delante; era un muchacho alto y elegante, despeinado, con las mejillas cubiertas de hollín, la piel enrojecida y un gesto que parecía de insensibilidad.

-George Mills- Dijo casi sin ser escuchada.

Mills la levantó tomándola de un brazo, haciendo que el cuerpo inerte de Scarlet cayera con delicadeza al suelo, Sakiko volvió la mirada a él y comenzó a llorar, El Caballero estaba cerca, por algún motivo estaba sentando con las rodillas a la altura del pecho, las piernas semiabiertas y la cabeza baja, era como sin haberlo querido, se hubiese convertido en la viva imagen de la resignación, pero ¿Cómo era posible?, había tanto por que luchar, y aún si no era demasiado, había un par de cosas por las que valía la pena seguir.

El joven de cabello negro platinado se levantó con la agilidad de un resorte y con toda la fuerza que le dio la adrenalina cargó a Scarlet y echó a correr para llegar afuera.

-¡¡Llamen a una ambulancia!!- Dijo jadeando en voz alta- ¡¡QUE LLAME ALGUIEN A UNA AMBULANCIA!!- Gritó con lágrimas en los ojos. Corrió y corrió hasta que encontró a un par de bomberos que estaban sacando a Vincent lo vieron y le quitaron a Scarlet de los brazos.

-NECESITAMOS UNA AMBULANCIA- Alertó uno de ellos y salió disparado, afuera intentaron detenerle la hemorragia, presionaron con fuerza la fuente del sangrado y le vendaron el estómago y la cintura.

-¡Scarlet!- Marybeth se acercó a él y lo miró, estaba pálido, sucio, herido, sin embargo se veía tranquilo, en paz.

Todos quienes quedaban dentro de England Art Academy fueron rescatados, salieron débiles, tuvieron suerte de no morir quemados o asfixiados, simplemente morir, no era su destino.
No pasó mucho antes de que llegara la ambulancia, los paramédicos atendieron a Scarlet y se lo llevaron a un hospital, igualmente subieron a Sakiko a la ambulancia, pues tenía leves quemaduras.

-El sueño de mi padre se desquebrajó junto a esto...es decir, junto a la Academia- Dijo llorando, era una profunda decepción para Marybeth, pero sabía que a pesar de ello, su mayor temor no era perder a England Art Academy, el mayor temor de ambos, era perderse el uno al otro.

Mr.V tenía el rostro sucio, una pequeña quemadura en la mano derecha y sus anteojos estaban rotos- Esto me pasa por necio- bromeó, pero era inútil negar que por otro lado, podía ser cierto, era demasiado obstinado. Posó una mano en el hombro de Marybeth para consolarla.

-Todo estará bien, tranquila- Sonrió con completa autenticidad.

Vincent estaba ahí, mareado, sudando y sucio, se había quedado con una mala impresión de England Art Academy, ¡Vaya absurda manera de perder el fruto de su trabajo!, pero en realidad no importaba, esbozó una sonrisa y caminó hacía Marybeth, quien se quedó congelada mirándolo por varios segundos con los ojos como platos, era como si hubiese vuelto a vivir. Ella se acercó aún más y le dio a Vincent un abrazo que, seguramente nunca olvidaría.