Shun en el pais de las fantasias (Finalizada)

Sorpresa

Se dió un baño y salió llevándose una fruta para comer en el camino.

—Dios, esta noche fue una completa locura – pensaba mientras caminaba rumbo a la escuela.

No había pensado en Ikki ¿sería que acaso, llegó a casa por la mañana?

Se detuvo un momento pensando si Ikki estaría en casa, entonces le marcó.

— Hola Ikki voy en camino a la escuela.

—Debiste esperar un poco, Hyoga acaba de llegar, se tomó la molestia de traerte el desayuno y ya te habías ido.

—Lo siento, estoy por entrar hablamos después – Shun no estaba de humor para reclamos, ¿Cómo se suponía que debía saber que aquel rubio no había salido huyendo?.

Entró a clases y para su suerte el profesor de Historia no había ido, así que tuvo que soportar los comentarios de sus amigos.

— Seiya no ves algo diferente a Shun – preguntó Jabu dando un codazo a su amigo.

—Ahora que lo dices si, luce como alguien que ya no es virgen.

—Esa sonrisa en su rostro ¡Y mira! esa vitalidad en sus ojos.

—Esa satisfacción que no puede esconder, sólo significa una cosa no durmió toda la noche - dijo Seiya  riendo.

—¡Basta! – dijo Shun ruborizado.

—¿Y sabes que es lo mejor?– dijo Jabu cerca del oído de Seiya – Fue estrenado por el hombre mas sexy del mundo y no quiere admitirlo.

—Eso es algo privado y no tengo porque decirles nada.

—Lo ves, así fue, lo hicieron.

***

Las clases terminaron y Shun notó una multitud frente a la escuela.

— ¿Que ocurre que hacen todas esas chicas afuera? -dijo Jabu mirando como todos murmuraban.

— ¡Hyoga esta aquí! – dijo Seiya emocionado, al ver por encima de aquel grupo de chicas.

— ¿Que dicen? pero ... ¿Qué hace el aquí? – Shun estaba extrañado pero a la vez celoso por como las chicas sonreían y lo rodeaban.

Fue bajando las escaleras pasando por un costado de la multitud cuando el rubio lo vió.

— Lo siento chicas, pero ya salio la persona por la que vine.

Varias exclamaciones de decepción se hicieron notar y las chicas comenzaron a dispersarse.

—¡Shun! ¿espera a donde vas? ¡Shun! – le llamaba el rubio, aunque el peliverde lo ignoró y siguió caminando junto con sus amigos Jabu y Seiya.

Hyoga entonces subió a su auto y rápidamente alcanzó a Shun.

— Hey Shun, espera voy a llevarte a casa.

—Puedo irme solo, gracias.

Hyoga detuvo su convertible y se paró frente a Shun haciendo que Jabu y Seiya se miraran mientras sonreían y decidiendo darles privacidad dijeron :

—Nos vemos mañana Shun – los chicos se retiraron dejándolos solos.

— De ningún modo permitiré que mi novio vuelva a casa a pie.

—¿Tu novio?

— O me dirás que después de la fabulosa noche que pasamos no somos nada o ¿es que no te gustó y solo vas a ignorarme?

—Pues no, pero .....

El rubio lo tomó de la mano y lo besó, para decepción de algunos que aun observaban a lo lejos.

— Ahora ven conmigo, recuerda que tenemos tus asesorías pendientes.

— Lo había olvidado.

—Procurare acelerar las clases, para que tu me des un curso intensivo como el de anoche – le dijo el rubio guiñándole el ojo.

El peliverde se ruborizó, que alguien como Hyoga estuviera loco por él, era algo inesperado.

Fueron a su casa e hicieron justo lo que habían dicho, se dedicó a darle las asesorías para después tener una larga sesión de besos.

Ikki llegó justo cuando estaban en la cama besándose.

—¿Que es esto, la formula de la fuerza, gráficamente? 

—¿Perdón?

—Pues solo veo tu masa por su aceleración, ven Hyoga tenemos que hablar.

El peliazul se llevó al rubio a la cocina, mientras que Shun esperaba en su cuarto.

—¿Crees que soy tonto Hyoga?

—Claro que no.

— Te encargue a mi hermano menor y lo follaste toda la noche. eso no es de amigos.

—No, Ikki yo no...

— ¿Crees que no noté las sabanas de su cama?.

—En realidad fue tu hermano quien ...

—¡¿Quién que?! - dijo jalándolo de la camisa.

Hyoga pensó la situación y se decidió por guardar silencio, de cualquier modo Ikki tenia razón.

— No importa Ikki, esta bien, lo admito me gusta tu hermano pero voy en serio con el.

— Hyoga eres mi amigo y ambos sabemos que él es un gusto pasajero como otras tantas veces.

Shun, que para entonces se había escabullido, alcanzó a oír lo último y se dejó caer lentamente en el piso decepcionado.

—¡No es así, esta vez es diferente!

— No te creo, así que mas te vale hacerme cambiar de opinión o te daré una golpiza que nadie sabrá que tu rostro alguna vez fue atractivo.

—Bien, bien lo haré te lo juro – el rubio no quería problemas con Ikki y nada le costaba demostrar que Shun era importante.

El peliazul siguió caminando hasta salir de la cocina, el supo en todo momento que su hermano escuchaba esa conversación así que aun sin mirarlo se dirigió a el.

— Y tu levantate, puedes salir con esa cosa no creo que quiera  arriesgarse a nada.

Shun se levantó y miro al rubio desde las escaleras, ambos avanzaron hasta quedar uno frente al otro.

— De verdad me gustas Shun pero no quiero que solo te quedes con mis palabras, voy a demostrarlo con hechos.

Shun le sonrió y se abrazo a el.

Luego de aclarar la situación los tres cenaron, aunque existía entre ellos un incómodo silencio.

La relación con el tiempo se formalizo por lo que Hyoga llevó a Shun a conocer su Universidad, a sus profesores y a sus amigos.

—Quiero que conozcas mi mundo ahora que formas parte de el.

Shun le agrado de inmediato a todos los amigos del rubio.

Hyoga le pudo demostrar a Ikki que aquella promesa era cierta, pasado un año, logró que el peliazul por fin le diera su aceptación, cuando le comentaron sus planes de vivir juntos.

Y así, por fin solos volvieron realidad sus fantasías mas excéntricas y vivieron sexosos para siempre.