Biscuit | Tony Stark

Solo soy un chico, no una amenaza [starker]

"Salí una noche para hacer una pequeña ronda

Conocí a la pequeña Sadie, y la maté

Regresé a casa, me metí a la cama

Una pistola .44 debajo de mi cabeza..."

La música resonaba en toda la sala, la gente bailaba emocionada junto con su pareja meciéndose en todo el lugar. Las personas sudaban y reían. Unos no bailaban pero si animaban a otros hacerlos y aplaudían a los bailes.

Peter era sólo un espectador más. Disfrutando se ver a los demás relajarse y olvidar por un momento lo que sucedía allá afuera. Tomó un sorbo de su bebida y centró su atención a una pareja en específico. Esbozo una sonrisa simple.

— Odio éstas cosas —dijo Natasha cuando llego a su lado.

Peter soltó una risa.

— Cuéntame.

Nat chasqueo la lengua y volvió a comentar.

— En estos días te vuelves más viejo.

— ¿Qué paso? ­—le preguntó.

— Otro sermón sobre mis patrullas en las noches. No vayas aquí; no vayas allí —al momento se detuvo y volteó a verlo, sonrió y siguió—. Es divertido ver lo involucrado que se pone cuando alguien va a salir.

— Sí...

— Él está montando un gran espectáculo —añadió la pelirroja divertida.

Ambos regresaron su atención hacia la pareja relevante del lugar. Pepper y Tony tenían todas las miradas hacia ellos y vaya que lo disfrutaban. Termino la canción y Pepper se dejó caer en un movimiento cliché y difícil para aquellos que no eran tan flexibles. Tony tomará sus caderas al finalizar. Todos en la sala aplaudieron.

— Les doy dos semanas para que vuelvan a estar juntos.

— No va a suceder —dijo Nat guiñándole el ojo.

Peter ser rio cabizbajo. El vaso que sostenía en sus manos seguía el mismo nivel de la bebida en la que le había dejado, intacto, supuso que en ese momento los hielos ya se habían derretido.

— ¿Él te ha dicho algo? —preguntó la chica lo suficientemente bajo para que sólo Peter la escuchará.

— Le doy una semana.

Antes de que Natasha pudiera burlarse o comentar algo Tony ya estaba unos pasos cercanos a ellos. Se le notaba un poco sudoroso y agitado debido al baile que tuvo hace unos minutos.

— Peter. Hey... —llegó sonriendo hacia ellos—. ¿Qué te tomó tanto tiempo?

Tony dejo reposar su mano en el hombro de Peter al mismo tiempo que le arrebataba el vaso de sus manos. Tony bebió todo el contenido de éste en menos de dos segundos.

— Bueno, estoy aquí, ¿verdad?

Tony dejo el vaso en la mesa detrás de ellos y miró a la chica.

— Tony.

— Nat —dijo el mayor devolviéndole el saludo.

Tony tomó la mano de Peter guiándolo casi hacía el centro para bailar.

— ¡Hey! No olvides que tenemos que irnos con la primera luz, así que descansa un poco —exclamó Nat a Tony.

— Sí, señora —Tony saludo cual militar antes de rodar los ojos.