Capítulo 22

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- Estas demente. Sal de mi habitación. Ríe. Me duele la cabeza...

- Si te sientes mal, me puedo quedar hasta que amanezca...

aunque creo que mejor me voy pero no quiero que en la madrugada vayas a rogarme que te haga el amor.

- Jajaja que gracioso, eso nunca pasará.

- Eso dices y mira...

- ¿Qué quieres que mire?

- Pues que estoy en tu habitación después de cenar en la cama, no cene lo que quería pero pronto lo haré, seras el taco más delicioso que comeré en la vida, puedo estar seguro.

- Carcajea. ¿Tan seguro te sientes?. Cruza los brazos. No soy un taco Christian.

- Si, dirás mil cosas Victoria Eugenia pero yo se que en menos de lo que piensas estarás fuera de órbita por mi y... yo de ti, seria imposible no estarlo, así que sin más que decir este hombre peruano se va. Le da un beso en la mejilla. "Descansa taquito". Se esfuma. Victoria cierra la puerta.

- Justamente cuando quería que me besaras no lo hiciste. Da un suspiro. "Descansa taquito" ese hombre esta mal de la cabeza, ¿cómo se le ocurre decirme así?. Ríe. "taquito" su abuela.

- La hubiera besado. Acostado mirando al techo de la habitación. Tengo que contenerme y dejar que sea ella quien lo haga, aunque se que eso esta en chino. Ríe de sus mismas palabras. Ay taquito, me enamoraste. Suspira y cierra los ojos para dormir y así soñar con su Queen. Al amanecer Victoria despierta ya mucho mejor, con más energía, tomo su celular y ve que tenía 3 llamadas perdidas y dos mensajes recientes de whatsapp, un mensaje era de su príncipe Jose Eduardo, al abrirlo vio que era un meme el cual le causo risa ya que era muy gracioso, la mejor manera de empezar el día era sonriendo, después de contestarle a su hijo con muchas caritas de risa abre el otro mensaje que era de un número que no tenía registrado

"Buenos días taquito". Al leer lo que decía supo automáticamente quien era, sintió un hormigueo en el estomago y después rió. Si piensa este cabrón que puede decirme taco esta demente.

- Si piensas que me vas a estar diciendo "taco" estas loco. Contesta

- "taquito" no "taco", es de cariño y con mucho amor. Esta mujer es una fiera, no le puedo decir nada por que luego luego se pone brava.

- Pues no me gusta que me digas así.

Lo que pasa Señora Taquito es que no le estoy pidiendo permiso de decirle así. Carcajeándose , le encantaba molestarla.

-Me sorprende tu inmadurez.

Mi sirprindi ti inmidiriz. Victoria no le contesto ese texto ya que le pareció muy gracioso pero de todas maneras no se lo haría saber, lo dejo en visto y él en breve le mando otro texto.

No aguantas nada carajo aunque ya se lo que te pasa... te hace falta un masajito para que te relajes un poco. Lo ignoro nuevamente. Vic dejo el celular y se fue a dar un baño.

- No puedo creer que se haya molestado por eso. Carcajea. Esa mujer lo hacía reír tanto. Se levanto de la cama en calzoncillos y fue a visitar a su vecina para que lo perdonara por hacerla enojar tanto, observo que nadie lo viera entrar así a la habitación de Victoria. Hola taquito, buenos días. entrando y cerrando la puerta, no recibió respuesta, pensó que ya se había ido pero de pronto escucho la regadera, se acerco a la puerta del baño sin hacer ruido y estaba completamente abierta, se quedo boquiabierto al verla completamente desnuda enfrente de él, en cuestión de segundos se formo un gran bulto bajo sus calzoncillos, ya estaba más que excitado, Victoria aun no se había percatado de su presencia tenía shampoo en todas partes así que él se quedo observándola en silencio por un par de minutos, mirando su cuerpo con lujuria deseando ser el agua que caía sobre su cuerpo recorriendola toda, fue imposible controlarse. Se quito la única prenda que traía y entro silenciosamente a la ducha con ella, se acerco por detrás haciendo que sintiera su miembro erecto y duro, Vic se asusto, grito y dio un brinco.

- AHHH. Se frustro al no poder ver nada debido al shampoo en sus ojos.

- Tranquila, soy yo. Toma los senos entre sus manos apretándolos. Victoria estaba histérica, al escucharlo se molesto y asusto más de lo que estaba.

- ¿Cómo te atreves? no puede ser, no puede ser, esto no es real.

- Si lo es mi amor. Tomándola de las caderas acercándola a él. Siente como me tienes. Ella no pudo evitar el excitarse al sentir su miembro rozando sus nalgas.

- Aléjate de mi. Chris coloco las manos en su vientre bajando lentamente hacia su feminidad.

- Esta vez no voy a detenerme Victoria. La voltea y estaba llena de shampoo así que la ayudo a enjuagarse la cara, cuando ella abrió los ojos le dio tremenda cachetada que le volteo toda la cara, eso le iba a costar caro. Perfecto, ahora va la mía mi amor. La toma salvaje de la nuca y la besa con hambre. Sentir sus senos contra su pecho masculino lo excito aún más, esa mujer era su perdición, después de tanto luchar se fue dejando lentamente, la mano de Christian bajo a su cueva y comenzó a darle placer sin dejar de besarla.

- Dios mio Victoria, eres perfecta. Sus besos bajaban al cuello mientras que con una mano masajeaba sus senos.

- Ahh, Christian por favor. Grito al sentir que apretaba sus pezones, ese hombre estaba como loco tocándola. Volvió a sus labios mientras introducía un par de dedos dentro de ella lo cual la hizo retorcerse de placer. Era exquisita esa sensación del agua caliente cayendo sobre sus cuerpos apasionados, Victoria gemía cada vez más fuerte lo cual era música para los oídos de Chris, quería hacerla gozar y los gemidos de ella se lo estaban demostrando.

- Entrégate mi amor, entrégate.
No tardó más de un minuto para que la hiciera alcanzar el orgasmo con tan sólo sus dedos. La morena de ojos verdes volteo a mirarlo apasionada y se lanzó a sus labios. Te prometo que este día jamás lo vas a olvidar Taquito. La alza de las piernas haciendo que ella quedará ahorcadas de él.

- Te necesito Christian, te quiero en mi ahora. Él no podía creer lo que estaba escuchando por un momento penso que era un sueño así que si resultaba que si lo era... iba a aprovecharlo como siempre lo hacía. Sosteniéndola de las piernas la azotó contra la pared salvaje.

- Dime que no estoy soñando Vic. Dime que si es real, que eres mía.

- Si es real pero... no soy tuya. Agitada.
Dio un pequeño grito de placer al sentir la punta de su miembro rozar la entrada de su cueva de mujer. Hazlo de una vez por favor no me tortures, no lo soporto. Arañando su espalda.

- Tranquila fiera. La jala del cabello. Pídemelo otra vez. Ordena.

- Hazme tuya... ya.

- Dilo más fuerte.

- Hazme tuy... ¡Ahhhh!. Entró en ella lentamente. Espera ahhh... me duele.

- Cállate. La besa. Hace tanto tiempo que Victoria no tenía relaciones...
No estaba impuesta a otro hombre sexualmente que no fuera su marido en los últimos años.

- Christian por favor... Ahhhh...
más despacio, me lastimas. Estaba tan entregado su pasión que ignoraba las palabras de Victoria. Al entrar por completo en ella la tomó de las manos y las puso sobre su cabeza. La verdadera acción todavía no comenzaba se sentía tan completa tan llena que la asustaba lo que podría pasar. Él espero un momento para que ella se acostumbrará a su tamaño, después se movío lentamente para no lastimarla, cada vez sus embestidas iban más rápido.

- Ahhh si... más fuerte, no pares.

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