Alternativas

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—Desaparece...— gimoteó Alim en su ebriedad.

—Qué pasa amigo? Ya no saludas?

Marín tendió su mano hacia Alim, pero este la apartó de un manotazo.

—No soy... tu amigo— el chico ni siquiera miraba a Marín, intentaba inútilmente introducir la llave en el cerrojo del auto. Marín prestó un poco de atención al vehículo, presentaba varios golpes; Alim probablemente lo había conducido ebrio un par de veces.

—Alim... Hombre, puedes...?— Marín le arrebató las llaves de la mano, obligándole a verlo a los ojos.— ¿Puedes mirarme al menos?

El moreno giró la mirada hacia los ojos celestes de Marín, tenía ojeras y por lo que permitían ver, tenía las mismas ganas de vivir que Marín.

—No hay nada que mirar.

Alim se sentó en el suelo y escondió la cabeza entre las rodillas. Marín con el espíritu lleno de impotencia. Sabía que lo que sea que estuviera pudriendo por dentro a Alim era en parte culpa suya.

—Alim... ¿Qué te hice?

Alim bufó con molestia.

—Amigo... Recuerdas la primera vez que tuvimos una pelea? Creo que yo... rompí tus anteojos, no es así?

Alim permaneció inmutable.

—Si, me senté sobre ellos! Discutimos porque dijiste que yo nunca tenía la cabeza...

—Nunca sacabas la cabeza de tu trasero...— convino Alim con una ligera sonrisa.

Una sonrisa, lo único que Marín necesitaba para sacar a su mejor amigo del abismo donde estaba, el primer paso para sacarlo de ahí era convencerlo de querer salir.

—Si! Después de eso pasamos todo el día sin hablarnos, hasta pusiste una barrera en nuestro escritorio para que no hiciéramos ningún tipo de contacto.

—No, tú pusiste una barrera y yo te ayudé a hacerla más grande— Señaló Alim con una pequeña luz en el semblante.

—Al final del día... creo que mi cuaderno de diseños se cayó, no es verdad? Y ambos intentamos recogerlo, y cuando sentimos la cercanía del otro...

—Creímos que el otro trataba de darnos un abrazo y ambos lo respondimos sin darnos cuenta...— sentenció Alim con lágrimas nostálgicas.

—Si... eso mismo.

—Pero eso era antes de que me hicieras ver como un psicópata frente a mis hermanitos...— El moreno se puso de pié y comenzó a avanzar hacia Marín. 

—Antes de que te quebraras por querer quedarte con el collar!- se defendió el chico.

—Después de eso busqué ayuda, sabes? Despertaba en la noche y seguía escuchando al pequeño zorro, no tienes ni idea de las cosas que decía... Y sabes porqué nadie podía ayudarme? Porque no podía contarle mi problema a nadie sin revelar tu secreto, te protegí a tal grado que ya nadie pudo entenderme! Ni siquiera Nina...

—Hermano, yo sé como eres, sé que eres noble y leal, por eso vine aquí, porque sé que puedo confiar en ti, necesito tu ayuda...

—Quieres utilizarme otra vez y luego tirarme a la oscuridad como la última vez?

—Alim, no estás pensando las cosas con claridad, de verdad esto es ridículo, mañana por la mañana vas a recordad cómo te comportaste hoy y...

—Mírame! Te parezco un borracho sin consciencia?! Marín! Yo era feliz! Entiendes?! Antes de los miraculous, antes de saber que eras Lordbug... Antes de conocerte!

Paradox. Miraculous Lordbug (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora