Paradox. Miraculous Lordbug (Editando)

Equipo

—Está hecho— Marín abrió la mano y mostró a VeeDee el broche del pavo real.

—Lo hiciste de las mil maravillas. Ahora no tenemos más motivos para permanecer en ésta época, partimos?— dijo mientras tendía la mano a Marín, quien parecía dudar.

—Tengo una duda. ¿No se supone que arreglamos el tiempo sacando los Miraculous? ¿Porqué lo hacemos introduciendo la participación de otro?
La pregunta pareció incomodar a la chica, quien comenzó a jugar con sus manos y a hablar atropelladamente, casi sin respirar.

—Ah. Eso. Si te lo explicara no lo entenderías, se necesitan años y años de estudio para poder entender los viajes en el tiempo y las consecuencias que incurren...

—Esta bien! Solo... Relájate.— Esa manera de ponerse nerviosa le recordaba a Adrianna cuando eran jóvenes.— Nos vamos?

VeeDee con la cara un poco colorada tomó la mano de Marín.
—De regreso al 2020, señor Dupain.
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Cuando Marín volvió a caer mareado sobre el suelo de su hogar lo último que esperaba ver era una garra negra cortando el flujo del aire frente a él.

—Mi Lord! Todo va a estar bien!— dijo Kitty Noir mientras alejaba a su hombre de la chica extraña que tenía enfrente, quien miraba estupefacta a la sombra de cabello dorado.

—Tu... Tú eres...

—Tu peor pesadilla si acaso lo lastimaste!— vociferó Kitty mientras mostraba los dientes. Algo que a Marín le aterraba era lo mucho que Kitty se asemejaba a una pantera cuando él se encontraba herido.

—No! Por favor, escúchame. Yo soy...— dejó salir en tropel VeeDee.

—Adrianna! Mírame, estoy bien. Ella no es nuestra enemiga!

—Llegué a buscarte y no te encontré por ningún lado, tampoco Wayzz supo decirme tu paradero. Y luego sales de una explosión a caer al suelo. Dime qué está pasando. Ahora!

—De acuerdo... Adrianna, bebé. Esta chica se llama V.D y viene del futuro. Vino para decirme... Para advertirme que un gran evento va a acabar con el mundo. No me encontraba aquí porque estaba con ella en la revolución francesa, sacando el Miraculous de tu madre de esa época.

Kitty guardó las garras y se llevó una mano al rostro y otra a la cadera.

—Listo. Te perdí. Te volviste irremediablemente loco.

—Sé como se escucha...

—No creo que tengas ni una mínima idea de cómo se escucha.

—Srta. Agreste. Si me permites mostrarte...!— intentó razonar V.D mientras se acercaba despacio a Kitty Noir.

—Y ahora resulta que conoces mi identidad. Así planeas que confíe en lo que dices? No te acerques a nosotros!

VeeDee se mostró extrañamente ofendida y dolida por la desconfianza de Kitty.

—Yo... De acuerdo, los dejaré para que hablen entre ustedes y... Si accedes a ayudarme, Lordbug, entonces volveré aquí mañana por la mañana. Gracias por acompañarme, fué un placer verte en acción.

—VeeDee! Espera por favor!— mas fue inútil, la chica tecleó un código en su tableta y desapareció en un par de píxeles brillantes.
Marín llevó una mano a su cabeza como si pudiera mitigar el dolor que de nueva cuenta comenzaba a crecer. Para colmo de sus males Kitty miraba expectante, sin dudas con deseos de obtener respuestas.
A pesar del desconcierto y frustración que llenaban a la chica, ésta terminó por arrodillarse y abrazar al chico.

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Horas más tarde los dos jóvenes se encontraban recostados en la cama del varón, discutiendo cómo proceder.

—Sé que suena como una tremenda alucinación, pero te juro por el recuerdo de Fu que todo es verdad. Tikki puede decírtelo!