Cambio Inesperado - Frozen Fan Fiction

Capítulo Cinco

El menor sonrió al ver que había ropa perfecta para un muchachito con sus gustos, mientras que Elric se disculpaba internamente con su padre por las burlas sobre su vestimenta extraña.

Esta vez se trataba de una camisa verde claro y pantalones a juego un poco más holgados a diferencia de los que su hermano mayor había elegido, junto a éstos venía sujeto un chaleco negro con arreglos bordados muy parecidos a los que llevaba el vestido que había usado como Anna el día de la coronación. A eso se le sumó un par de zapatos negros con suela verde pastel que lograban el conjunto perfecto.

—¿Qué te parece? ¿Crees que esto está bien para mí?

—Pero claro, es algo que pareciera estar hecho justo para ti —contestó sonriente su hermano.

—Tal vez con una capa se vería mejor —sugirió Olaf apreciando el conjunto.

—Sólo que podría ser molesta… ya pasamos nuestra época de frío —el pelirrojo sonrió girándose hacia el mayor, el cual rodó los ojos sonriéndole al captar su bromita.

—¡Claro que no! Aún hace frío…

—Olaf… —Elric señaló la nevada personal que llevaba el muñeco— ¿Crees que se deba a eso?

—Oh, eh… sí —admitió avergonzado.

Mientras Olaf jugaba con su nieve flotante, los hermanos se dispusieron a acomodar la ropa elegida en la cama, asegurándose de que todo estuviese bien y presentable. Cuando Adam decidió que todo estaba listo, se decidió a cambiarse la ropa de una vez.

—¿Podrían salir de la habitación un momento? —preguntó casi ordenándoles a los otros dos.

—Oww… —se quejó el muñeco mientras andaba hacia la puerta de inmediato.

—Estoy seguro de que yo sí me puedo quedar —declaró el rubio con la cabeza en alto.

—¿¡Q-qué!? ¡No! —gritó el menor pasando a cubrirse la boca para después continuar— ¡No, no puedes!

—¿Y eso? —Elric no se movió ni un poco, mientras que Olaf se sentaba afuera sin siquiera asomarse brevemente.

—No estoy listo para mi cuerpo y no quiero que lo veas.

—¡Vamos! Somos hermanos, ¿qué puede pasar? —añadió con una sonrisa algo sugerente.

El menor se sonrojó de golpe, poniéndose nervioso en seguida. Para empeorar el momento, recordó que todavía llevaba su camisón de chica, causándole que el sonrojo empeorara, llegando a parecer un chico con cabeza de tomate. Cubrió sus partes, que aunque no eran visibles, sentía que la mirada de su hermano traspasaba la ropa.

—¡Vete ya! —quiso acercarse al ojiazul para empujarlo a la puerta, pero en vez de eso tropezó tontamente dándose en la cara con la alfombra.

— … —el mayor mordió su labio inferior para contener una gran carcajada y se agachó para ayudarle a levantarse, pero el chico rodó hacia un lado.

—Yo puedo solo, Elric…

—No me parece —sin hacerle caso al menor, volvió a acercarse. Pasó sus manos por debajo de sus brazos y lo levantó con un solo movimiento—. De nada, Adam.

—Oh, cállate —le miró de reojo mientras se limpiaba el polvo que se le había pegado.

—Ven, te ayudo —Elric comenzó a dar golpecitos en la espalda del chico.

—Que no me toques, no, no, no… —giró para que su hermano no tocase su trasero, pero le resultó peor, pues el rubio le dio un suave golpe en los genitales.