Capitulo 3

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Al llegar la tarde, Fudou se puso el uniforme del club de futbol y siguio a Kazemeru hasta una caseta de hierro vieja y hoxidada.
-No me digas q este es el club de futbol?- Dijo el mohicano decepxionado.
-Si, aquí es. Es verdad q está un poco viejo, pero es muy especial para todo el equipo.
Kazemaru abrio la puerta y dentro había un montón de gente, entre las q estaban Endo, Midorikawa y Kidou. Todos miraron al posible nuevo miembro del club de futbol.
- Hola, me llamo fudou Akio.- Dijo intenando romper el hielo.
- Hola, yo me llano Fubuki. Encantado- dijo un chico peli plata.
- Yo soy Someoka- «Vaya, pero si es de clase baja» pensó Fudou.
-Yo soy Hiroto- dijo uno se pelo rojo. « Este debe ser el q le gusta a Mido. Los dos de clase media».
Uno a uno se fue presentando a Fudou. Nagumo(clase baja), Suzuno (media), Tsunami (media), Tachimukai (media)... Las gerentes : Natsymi (alta), Haruna(media), Fuyuka(alta) y Aki (media). Por lo que se ve Haruna era hermana de la persona q mas odiaba del equipo.
-Fubuki, ¿ Donde esta Goenji?
-No lo se. Cuando me levante por la mañana no estaba.
-Se estará haciendo una prueba de embarazo. - Se burlo Someoka.
- Pero que dices, si todos sabemos q el uke es Fubuki- vacilo Nagumo siguiendole el jugo a Someoka.
Todos se rieron escepto dos personas. Una era Fubuki q se puso como un tomate. Y la otra Fudou q se lamentaba por dentro:« ¿Por que a mi? Tiene q ser una pesadilla. Con lo q odio el amor fui a parar a un equipo lleno de cursiladas. Acabaran saliendome arcoiris por el culo si no se acaba rapido»
-Bueno, ¿Comenzamos con la prueba?
- Claro!!!!!- Dijo Endo
Comenzó el partido de prueba de Fudou, con el equipo dividido en dos. En el suyo estaba Endo como capitan y en el otro Kidou. Al principio, no hizo nada, tan solo se limotó a observar.« ¿Que demonios hace?» pensó el de googles sorprendido por la inacción de Fudo. Todo parecia mo cambiar pero... De repente miró a Kidou y dijo:
- Ahora os enseñaré como juega al futbol Fudou Akio.
Con un movimiento fugaz, le robó el balon a Kazemaru q iba hacia el como una bala. Con gran agilidad esquibó a un jugador tras otro. Todos se quedaron boca abierta cuando le marcó un gol demasiasdo fuerte a Endo. El futbol de Fudou de basaba en la estrategia y dañar a los jugadores sin hacer faltas.
Cuando este echo una mirada a su alrededor, se dio cuenta de que, excepto los del equipo blanco, estaban hechos polbo en el suelo.
-Vaya, creo q me pasé.- dijo rascándose la nuca.
-Pero a estado bien- Kidou se había levantado del suelo sin problemas y caminó hasta Fudou.
-Ya...- miró a otro lado, tratando de q el de googles se alejara de él, pero eso solo hizo q Kidou tubiera mas ganas de conocerle.
- ¿ Te apetece practicar conmigo en el campo de la ribera? - Dijo en tono de susurro.
-No puedo, tengo cosas q hacer en casa.- Aun que era cierto, Fudou solo quería una escusa para quitárselo de encima.
-¿ Y cuando termines?- pregunto Kidou de nuevo.
- Mira que eres pesado.- Protestó elmohicano.
- Vale, te espero allí a las seis.
Fudou quiso decirle q no, pero se fue demasiado rapido. «Maldito rico» pensó para si.
Finalmente, puso rumbo hacia su casa. Con las manos en los bolsillos se planteaba la idea de no ir con Kidou, pero una voz interior le decía que fuera.
Llego a casa y ayudó a su madre a hacer las tareas del hogar. Tb le contó cosas del instituto.
-Que contenta estoy. Mi niño ya hizo amigos.- A la mujer le saltaban las lagrimas de alegria.
-Si... De hecho, he quedado con un chico a las seis para jugar al futbol.
-En serio, cuanto me alegro.
- No creo q vaya a ir- solto de repente.
-¿ Y por que no?
-Por q no quiero dejarte sola con ese cerdo.
- No te preocupes hijo mio- la mujer abrazo a su hijo con dulzura.- Estaré bien. Además, no quiero privarte de la diversión a tu edad.
-Mama... gracias- dijo Fudou con un nudo en la garganta.
- Oh, no tienes por q darme las.
Eran las cinco y media y decidió vestirse. Se puso una camiseta verde un pantalón de camuflaje y unos tenis muy sucios.
Puso rumbo al campo de la ribera. No quería cruzarse con el niño rico, pero su cuerpo hacía lo contrario.
Una vez llegó al campo se sentó a esperar en la hierba q había en la bajada.
-Vaya, llegué a pensar q no vendrías.- una voz conocida hizo q se diera la vuelta. El chico se quedó abonadado al ver el estilo de ropa q Kidou llevaba en ese momento. Creyo q usaba ropa de marca muy cara, pero lo q vio era tan simple como lo q el llevaba. Una camiseta negra de manga larga, una chaqueta roja, unos jeans azules y botas negras algo desgastadas.

 Una camiseta negra de manga larga, una chaqueta roja, unos jeans azules y botas negras algo desgastadas

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- Que pasa, ¿tengo monos en a cara?.
- Eh... no es nada.- «¿Por que rayos me distraje? Solo es ropa»penso desviando la mirada.
-Bueno... ¿empezamos?
-Claro, no te quedes atrás.
Se pasaron toda la tarde jugando. Sin darse cuenta, el cielo comenzaba a oscurecerse y el "partido" no parecía acabar nunca; se lo pasaban realmente bien.
Al final, nuestro responsable Kidou decidió q ya era tarde.
- Fudou-san, gomenasai, me tengo q ir.- Dijo jadeando exausto.
- Esta bien.- Fudou tambien estaba cansado. Se lo habia.pasado bien, aun que no queria reconocerlo. Mientras Kidou bebia un poco de agua, se dio.cuenta de que Fudou tenia un rostro entristecido.
- ¿ Ocurre algo?- pregunto el de rastas preocupado.
- Bueno... Yo... Esto... No puedo volver a casa aun.- dijo el mohicano por lo bajo.
- ¿ Por que?
- ESO NO ES ASUNTO TUYO- contesto.
- No hace falta que grites- protesto Kidou.- ¿ Quieres dormir en mi casa?
- Eh? Estas seguro?- Dijo muy sorprendido.
- Claro.
Ante aquepla sonrisa de oreja a oreja, estuvo a punto de acepetar, pero recordo quien era él y por q lo odiaba.
- No gracias. Ya me buscaré la.vida como he hecho siempre.- dijo Fudou con desprecio.
- Oh vamos, insisto. No puedo dejarte bagar por la calle tu solo.
Fudou no tubo mas remedio q haceptar ante la gran insistencia de Kidou.
Una limusina fue a recogerlos y Fudou se sentia incomodo y nervioso.
- Por q estas tan tenso? - se burlo el de rastas.
- No se por q te ries, al fin y al cabo no todos los dias vas a dornir en casa de un millonario- dijo Fudou.
- jajajajaja, tranquilo. No tienes por q estar nervioso. Mi padre no suele estar en casa.
-Ya veo.
Fudou y Kidou pusieron rumbo a la mandion Kidou. El cambio de barrio se empezo a notar. Las casa dejaban de estar en un estado lamentable, para ver unas henormes mansiones. De pronto, Kidou se detiene ante una.
-¿ES ESTA TU CASA?-Pregunto Fudou impresionado al ver como el de rastas tocaba el timbre.
- No, solo llamo al timbre para avisar de que vamos a entrar por la ventana- dijo Kidou con ironía.
-Pues no te niego q suena tentador. Y no descartes q lo haba amebudo- se defendio el castaño con picardia, a lo q el rico responde con un suspiro.
Les abrió la puerta un hombre mayor de frack.
-Buenas noches señorito Yuuto. ¿Quien es el?
-Nadie q mi padre deba conocer- Dijo el de rastas, pasandole al mayordomo un billete disimuladamwnte. Luego suvieron al cuarto de este. Fudou vio que la habitacion eea henorme, pero encima del escritorio había una vieja revista de futbol.
-Era de mi padre.
-¿Tu padre?
-Bueno... Nunca antes le había contado esto a nadie pero creo q tu puedes saberlo. Verás, yo y Haruna somos adoptados, y esta revista revista fue lo q nos quedó despues de q se se estrellara el avion en q iban nuestros padres. Nos quedamos completamente solos y para colomo, fuimos adoptados por familias sistintas.
Lo q Kidou le contó le impactó, no creía q alguien como el pudiera haber sufrido tanto.
-Vaya..., debiste haberlo pasado muy mal.
- Bueno..., digamos q a eso se le.sumarom otras cosas como el bulillying en el orfanato por mi condicion fisica.
-¿ Tu condocion fisica?- dijo Fudou observando con detenimiento el cuerpo de su compañero. Ahora q se fijaba si q había una anomalia de proporciones respecto a sus caderas.
-Es q yo... soy... fe-fertil.
-¿En serio?- Fudou se quedó de piedra.
-Si... o///o
-Bueno, no te preocupes, no se lo diré a nadie.- Dijo Fudou haciendo una mueca y mirando a otro lado en señal de q no le apececia hacerle un favor a la persona que tenía delante.
-Muchas gracias- dijo emocionado.
En aquel momento de silencio, de repente se escuchó un crugido.
- Vaya, creo q seberia pedir q te traigan la cena rapido, np vaya a ser q te comas la mesa.
-Muy gracioso
Mientras le preparaban la cena, Fudou se daba un relajante baño de burbujas.
Kidou le prestó un pijama y cuando terminaron se metieron en cama. La cama era grande y Fudou lo aprobecho para alejatse de el, lo suficiente como para no tocarse, pero luego recordó q el de rastas se habia deshecho la coleta y se había quotado las gafas, no sin antes pedirle q no lo mirase. A Fudou le picaba la curiosidad y dos grandes dudas le vinieron a la cabeza «¿Me giro y lo despierto y me comporto como el q soy sin importarle su peticion? o ¿Soy sumiso y obedezco.» . Al dinal tomo la decision de...

El rico y el marginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora