Capítulo 9

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Pov Kidou:
Cerré mis ojos lentamente. Hubiera querido besar a Fudo antes de irme pero... Me temo q eso no será posible. Adios Fudou Akio... Te amo...
De pronto escuché un ruido. Eran dos gritos de dos personas y un golpe como si alguién se hubiera caido. Abrí los ojos y nada más descubrir lo q estaba pasando, se llenaron de lágrimas. Fudou estaba en el suelo y kageyama ya no sostenía la pistola la cual calló a mis pies.
MI FUDOU HABÍA VENIDO A SALVARME!!!!
Narra Fudou:
No, no iba a permitirlo. Kidou Yuuto no morirá a manos de ese hombre. Sin pensarmelo dos veces, me avalancé sobre su espalda.
Intentando quitarme de su espalda, Kageyama soltó la pistola, resvalando hasta los pies del indefenso Kidou y.yo cai contra la pared.
-¡CÓGELA IDIOTA!-Grité desesperado.
Mi.compañero, a pesar de lo aturdido q estaba, cogió rapidamente el arma y apuntó con torpeza y algo nervioso hacia Kageyama.
- Queda usted detenido, tiene derecho a permanecer en silencio todo lo q diga o haga podrá ser usado en su contra en un trivunal.- «Pero q infantil es» pesé, mientras me llevaba una mano a la cara. Por alguna razón, me imaginé a Kidou con traje de policia y me resultó seductotamente sexy. «MALDITA SEA!! Se pude saber en q estoy pensando»
De pronto un grupo de policias aparecio a ambos lados del pasillo y rodearon a Kageyama sin dejar de apuntarle.
-Detective!!- Gritamos Kidou y yo al ver a aquel hombre de pelo castaño canoso y gabardina marrón
-Tranquilos chicos, este individuo ya no volverá a molestar.-El.hombre abanzó hasta Kidou para q le entregara el arma- A usted joven, podría ser un ajente.secreto.- Kidou se sonrojó y soltó una breve carcajada.
-Gracias, pero creo q prefiero seguir dedicándome al futbol.
Cuando los guardias.se fueron nos reunimos con nuestro equipo.
- Chicos estais bien- preguntó Aki.
-Si, no fue nada- me molesta un poco.q se preocupen por mi, pero tengo q admitir q es agradable
-HERMANITOOO!- Haruna saltó a los brazos de Kidou y lo abrazó con fuerza.sumergiendo su rostro lleno de lágrimas.en el pecho de su hermano. Este le acariciaba el cabello susurrandole palabras de consuelo.
Narradora:
Los dos amigos caminaron juntos hasta la casa del mohicano.
-Entro o me voy?- preguntó el de rastas.
- Entra si.quieres.
Al entrar, saludaron a la madre de Fudou y luego subieron a si habitación y se sentaron en la cama.
-Estás bien.- preguntó el mohicano.
-Si, no ye preocupes.- a Kidou le gustó el q Fudou se preocupara- Gracias por evitar q me mataran.
-No tienes por q darmelas, para eso están los amigos ¿no?-. Fudou desvió la mirada para ocultar su sonrojo.
- Si, pero de todo modos quería agradecertelo con algo.
- Podrías invitarme a cenar-. El mohicano se sonrojó aun más.
- Vale- Kidou tb estaba un poco sonrojado.- Este viernes puedo llevarte a mi.restauranye favorito.
- Va-vale entonces te esperaré en el campo de la Ribera a las 7:30.- «Fudou deja de tartamudear y relájate» se decí a si mismo.
De.pronto, se escucharon britos y golpes en la cocina. Los.dos chicos bajaron a toda velocidad.
Allí estaba aquel hombre con una mano levantada, en la q sostenía un cuchillo y la pobre mujer en el suelo llorando. Justo en el momento en q iba a bajar la mano hubo un imprevisto. Fudou.se puso pálido y tenía los ojos como platos, al igual que.su madre.cuando vio caer.un par de gotas de sangre frente a ella.
-KIDOUUU!!!!- Grito Fudou al ver q su amigo se había puesto en medio.
El cuchillo, por suerte, solo rozó su.rostro. Kidou sujetaba la cinta de las gafas ya que se la habían roto, y no podía dejar q vieran su rostro.
-Quien coño eres tu?! Apártate!!!
-Mi nombre es Kidou Yuuto!! Y mi padre pude acavar con tu vida por lo.q has echo!!!
El hombre abrió los ojos alarmado y salió corriendo. La madre de Fudou tb se sorprendió al oir su nombre.
Fudou fue corriendo hasta su amigo y se sentarón en el sofá
- MAMA!!Rapido, trae el botiquín!!
La mujer se fue a toda velocidad.
- Mira que eres  idiota!!! Podría haberte matado.- Las lagrimas de Fudou no cesaban.
- No podía permitir q hicieran daño a lo más preciado para ti.- Tras estas palabras, el mohicano le miraba como diciendo «Ella no es la única importante para mi».
-Anda, dejame ver la herida.
-No, no te preocupes, estoy bien.-Kidou se apartó para q no le quitara las gafas.
- En serio no vas a dejar q te cure por una estupidez? Además, yo ya te dedvelé mis secretos, ahora te toca a ti.
Fufou tenía razón. Kidou, algo dudoso, apartó la mano y las gafas cayeron al suelo y luego miró a su amigo.
El mohicano se quedó sin habla, copletamente paralizado. Su rostro presentaba un leve sonrojo sin poder ocultarlo. Aquellos ojos carmesí eran hermosos, no podía dejar de mirarlos.
-So...son...lo más he-hermoso del mu-mundo- no se dio cuenta de q lo había dicho en alto. No pudo evitar tartamudear.
-Gra,gracias- Kidou tb se sonrojó. Sus ojos sellenaron de lagrimas y en surostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Le hizo mucja ilusión que al chico.q le gustaba le encantaban sus ojos.
La madre de Fudou volvió, pero nada más darles el votiquín se fue, por que se dio cuenta en seguida del hambiente que envolvía a los dos jovenes.
Fudou.comenzó a tratar a.su amigo, aun.nervioso.e impactado.
- Auch!- Se quejó el ojirrojo.
- Lo...lo siento- se disculpó el mohicano.
- No...no pasa nada.
Cuando Fudou le puso una tirita, se quedaron mirando.
Sus corazones latían como.si se fueran a salir.del pecho. Su.respiraciones iban al mismo ritmo, sus cuerpos temblaban y no sabían que decir, aun q no era necesario, sus miradas lo decían todo.

respiraciones iban al mismo ritmo, sus cuerpos temblaban y no sabían que decir, aun q no era necesario, sus miradas lo decían todo

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Poco a poco acercaban sus rostros. Fudou acarició la mejilla intacta de Kidou hasta sujetar su barbilla con suavidad. Los ojos de Fudou se cerraban poco a poco, un poco antes que los de Kidou. Finalmente, sus labiós se rozaron. Fue un beso lento y suave, lleno de amor y ternura. El de rastas abrió su boca, dejando paso a la lengua del mohicano, q jugeteaba con la suya uniéndose en una especie de baile de sentimientos y emociones. Lo único que puso.fin a ese beso fue la falta de oxígeno.

Se miraron a los ojos, con la renporació ajitada y sus corazones revolucionados.
-Fu-Fudou esto...yo...- Kidou no sabía q decir, asi q, el muy idiota decidio despedirse.- Mi-mi.padre debe de estar preocupado.
- Cla-claro, ha-hasta mañana.
- Ha-hasta mañana.-el ojirrojo se fue, no sin antes dedicarle una última mirada de cariño.

El rico y el marginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora