Capítulo 6

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Una mañana, durante el recreo, Kidou jaló a Fudou del brazo y se lo llevó a la azotea.
-¿Que rayos pasa?- protestó el mohicano.
- Relajate. Solo quiero hablar contigo.
- Pues debe ser importante si me has cogi do asi del brazo.
- Pues si lo es. Veras, es q ultimamente he notado a Nagumo y a Suzuno un poco raros.
- Ahora q lo dices yo tb. ¿Y q?
- ¿Pudes ayudarme haber q les pasa?
- Vale, pero como sea algo sobre el amor yo no participo.
-¿Por q le tienes tanto asco al amor?
- Eso deberias saberlo tu mejor q nadie. Adios, nos vemos en la comida.
- Espe...- Fudou se fue antes de q Kidou pudiera decir nada.
« ¿Por q me dijo eso?¿Es q acaso sabe q...?» pensaba Kidou confuso por las palabras de Fudou.

El día pasó rápido y Fudou se reunió con Nagumo al salir de los vestuarios.

-Hola Fudou, q querías?- dijo el peli rojo intrigado.

-Averiguar por q estas tan raro con Suzuno.

-Eso no es asunto tuyo.- El mohicano no aceptó su contestación y lo jaló del brazo hasta la azotea.

-Me lo vas a decir si o si.

- Ag!!!! Mira q eres pesado.

- No lo sabes tu bien.

- Esta bien, pero no se lo cuentes a nadie.

-Soy una tumba.

- Bueno pues... el caso es que... me gusta Suzuno.

- No se por q me daba que iba a ser algo por el estilo, pero en fin esta bien.

Fudou le dijo a Kidou que no quería saber nada si tenía que ver con el amor, pero bien sabía que Kidou se las haría lo q fuera por ayudar y quería partirse un poco el culo viendo como lo intenta.

Al día siguiente.

- ¿Entonces te dijo lo mismo?- Dijo Kidou alterado.

- Si y como ya te dije no pienso ayudar.

- Tranquilo, no necesito tu ayuda😝- Kidou se dio vuelta y se fue enfurruñado.

Durante los intentos de ayuda del de rastas, Fudou no dejaba de seguirle para ver como la cagaba, pero se dio cuenta de q las ideas de su amigo no eran tan malas. Kidou le dijo a Suzuno q invitara a Nagumo a entrenar a solas en el campo de la Ribera a la luz del atardecer. Kidou paso por delante de las narices de Fudou meneando su capa con aires de triunfador. 《Es muy pijo cuando se lo propone, pero e de admitir q es bastante mo... Pero q digo!!!!》 Pensó Fudou rechazando sus sentimientos por su amigo.
Mientras nuestro queridisimo marginal se entretenia con sus pensamientos de tsundere, Kidou iba junto a Suzuno.
-¿Listo para triunfar esta tarde?- Pregunto entusiasmado.
-Estoy un poco nervioso. Y si se entera de q soy fertil y no me acepta, y si meto la pata y me rechaza, y si...
- Relajate. Kazemaru, Fubuki, Tomaru y yo, somos fertiles. Y Endo siempre cabrea a Kazemaru con sus estupideces. ¿De verdad crees q te ba a techazar?
- Supongo q tienes razón
-Pues claro q la tengo. Confia en mi.
La tarde llegó y Suzuno espero a Nagumo en el campo de la Ribera como acordaron. Kidoy se quedó escondido tras unos arbustos viendo como los dos chicos se reunían.
- ¿Se puede saber q haces?- una conocida presencia apareció tras el.
- Shhhh! Callate y escóndete burro.- Kidou agarró al recien llegado por la camiseta y tiró hacia abajo.
- Oye! Q me haces daño!-. Se quejaba Fudou.
- Q te calles y mires-. Kidou le giró la cara y los dos se quedaron viendo como transcurría la cita.
Los enamorados no dejaban de jugar y reirse juntos hasta q Nagumo tropieza y le da un beso accidentalmente a Suzuno.
- E-esto yo...- tartamudeaba Nagumo.
- No-no pasa nada, quiero decir... e-esto... tu me...- No pudo terminar la frase ya q Nagumo le beso de forma salvaje y Suzuno correspondió al beso.
- Q buena pareja hacen...- Dijo Kidou entre suspiros.
- Ya...-. Kidou se percato de q el rostro del mohicano entriteció.
- Oye...¿ Estas seguro de q no crees en el amor?
- ¡Claroq si! Ahora vámonos.
Los dos se fueron de allí y caminaron durante un buen rato. Fudou era el único de los dos q sabía a donde iba. Justo cuando estaban empezando a entrar en territorio marginal, Fudou se detuvo en seco.
- Bueno, ya puedes irte a casa.
-¿No quieres q te acompañe a casa?
- ¡Fijo! Ahora largo. A patir de aquí tu no tienes nada q ver.- El marginal comenzaba a adoptar una voz makhumorada.
- Pero... ¿ Por q cada vez q intento se amable contigo me rechazas?
- Por q no necesito la compasión de nadie.
Los dos estubieron en silecio durante un rato. Cuando Kidou terminó por ceder a la petición del numero ocho del Raimon, una presencia enorme y q tanto al uno como al otro les resultaba familiar.
-¡Vaya, vaya! Que sorpresa mas grande!! Quien iba a decir q algún día me encontraria a mis dos marionetas favoritas tan juntitos.
Sin dudad alguna, tanto el mohicano como el de rastas.reconocieron perfectamente a quien le pertenecia aquella voz tan fria y con ese irritante tono de bula. Los dos se goraron y sus rostro emalidecieron y sus ojos se pusieron como platos. Ninguno sabía q el otro conocía a aquel hombre alto, malvado y manipulador, q en esos momentos estaba de pue frente a ellos. Tragaron saliva mienyras rogaban al cielo q todo fuera una pesadilla.
-No-puede-ser, tu eres....Kageyama!!!!!!!!

El rico y el marginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora