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La semana transcurrió sin mayores ocurrencias después de esa noche. JongIn y él habían estando en contacto desde ese entonces. Charlaban a través de mensajes debido a sus trabajos hasta altas horas de la noche en donde se contaban anécdotas graciosas suyas y de sus hijos. Compartían desde mensajes de voz hasta fotos. Gracia a esas charlas habían optado por ir esa misma tarde al cine junto a los niños para ver a Los Minions que se estrenaba en ese entonces.
Últimamente había estando pensando mucho en JongIn en cada momento y cuando no debía, así que agitó su cabeza para centrarse en él.
En ese instante se encontraba en una tienda de trajes para hombres debido a que hace dos días atrás fue día de paga en la escuela y se tomó un día entero para actualizar las pertenencias y la recámara de su hija. Ese día era totalmente de JongDae.
Entre sus manos sostenía una camisa blanca sin prestar atención a su alrededor.
- Se te ve bien.
La voz de JongIn a sus espalda lo tomó completamente por sorpresa y al girarse sintió algo en su estómago. JongIn tenía algo que no podía controlar cada vez que lo veía. El moreno vestía el uniforme y de inmediato sus mejillas se tiñeron de rosa.
- ¿Cómo estas? - preguntó JongIn acercándose para tomar su barbilla y besarlo con ternura. Al separarse le sonrió.
- Muy bien, ¿y tú? ¿cómo estas? - cuestionó sonrojándose.
- Bien, cansado, pero bien. ¿Estas listo para lo de hoy?
- Si. Arai está muy feliz por volver a reunirse con EunHee y con TaeOh. ¿Ellos están felices con eso?
- Si, lo están. EunHee no deja de hablar de la nueva amiguita que hizo en la escuela.
- Arai también esta feliz por tener otra amiga con quien jugar - contó caminando por los solitarios pasillos -. MoonByul tiene clases de ballet algunas tardes así que no siempre pueden estar juntas.
Se detuvieron frente a los vestidores.
- ¿Podrías acompañarme un momento dentro del vestidor? - JongDae asintió sin captar las dobles intenciones que le dio JongIn a través sonrisa coqueta cerrando la puerta detrás de él.
Segundos después JongDae abría los ojos como platos secándosele la boca ante la caliente y maravilloso vista que tenía frente a sus ojos. JongIn se había retirado los pantalones y las botas, mostrando sus torneadas piernas. Embobado fijo la mirada en sus fuertes y apetitosos muslos. Cuando se acostaron no pudo apreciarlo como debía.
- Yo... - tragó saliva desviando la mirada al suelo alfombrado, sintiendo la penetrante mirada del otro sobre su cuerpo -. Creó que es mejor que esperé fuera - dicho eso trató de esquivar a JongIn para dirigirse a la única puerta en el lugar.
- No - JongIn se interpuso entre la salida con una burlona sonrisa en los rellenos labios -. ¿Te consideras una persona con vergüenza, Dae?
- ¿Qué? ¿Por qué me preguntas eso?
- Responde - pidió sobre la boca del menor asustándolo por lo rápido que eran sus movimientos.
- A veces lo soy... - el rostro de JongDae se volvió pálido al captar las intenciones de JongIn -. ¿Aquí? ¿Ahora?
- Seremos muy silenciosos - JongIn puso su dedo índice sobre sus labios antes de retirarlo para remplazarlo por su boca carnosa y rosa. Gimió excitado cuando JongDae no se quedó atrás y mordió su labio inferior chupando con fuerza.
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Dulces, Trucos Y Esposas (KaiChen)
Short StoryCon un matrimonio de cinco años, el cual está a punto de culminar debido a terceros en su relación, JongDae de veintiocho años decide darse la oportunidad de volver al mundo del amor, buscando en hombres o mujeres cualidades muy distintas a las de s...