Hemos caminado hasta donde vi por última vez a Aldren, pero ya no esta, no se que haré si no lo encuentro, no podré volver con mi madre, no le podré explicar que le paso..
-Rebecca, concentrate, debemos ver a donde fueron o encontrar un lugar donde alojarnos esta noche -me dice Isaías, despertándome
-Esta bien, Isaías - le digo
Caminamos tratando de seguir el único rastro que encontramos, pero no es seguro que sea de ellos dos, no importa, es la única pista que podemos tener.
El brazalete dorado empieza a brillar, pero al dar otro paso deja de hacerlo, así que regreso; Camino hacia atrás y también deja de brillar; hacia la izquierda y brilla; hacia la derecha, deja de hacerlo de nuevo, así que me decido a seguir a la izquierda, a través de unos matorrales y enredaderas que me dificultan el paso, continuo y continuo, hasta que me quedo sin suelo y caigo al vacío de un barranco.
Siento un tirón en mi brazo, Isaías me tomó antes de que cayera al fondo, esta sujetado de una liana.
-Rebecca ¿que ocurre contigo? -me dice mientras me sube.
-No lo se, el brazalete estaba brillando -le digo, notando que el brazalete dejó de hacerlo. Veo hacia adelante y noto un agujero demasiado grande al otro lado, y al ver de nuevo abajo, noto que se abre camino hasta el fondo del barranco y luego vuelve a abrirse otro agujero en la tierra, pero este no muestra a donde lleva. Al señalarlo con el brazalete este brilla, algo ha de haber ahí si hace que este brazalete reaccione.
Cuando llegamos a la cima, se lo digo a Isaías y el me ve con una cara de duda.
-Es nuestra única pista de que hacer, así que partiremos mañana en la mañana. Mientras tanto nos quedaremos en esta cueva -me dice Isaías mientras ve el agujero. -la vi cuando tu estabas metiéndote en los arbustos.
Esta bien, es lo mejor que hemos visto y no es muy seguro seguir caminando.
Isaías y yo entramos a la cueva.
La cueva se encuentra algo húmeda, pero acogedora, parece tener un agujero donde se filtra el agua, tal vez se pueda beber, espero que si.
-Oye Rebecca, iré a traer algunas hojas y madera para hacer una fogata -dice Isaías mientras sale.
El se va, así que podré quedarme un rato pensando, aunque no tengo mucho en que pensar, aparte de la melancolía que me causa el haberme separado de mi hermano y no saber donde esta ni si está bien...
Pasa el tiempo hasta que Isaías vuelve y hace la fogata, es muy hábil para estas cosas de sobrevivencia, al menos lo suficiente para poderme agarrar al caerme del precipicio con la ayuda de una liana y el prender la fogata sin cerillos.
Hervimos el agua que cae de la cueva y la bebemos, no hablamos, así que sólo nos queda dormir y recobrar fuerzas para lo que sea que nos espere mañana.
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Cierra tu Corazón
FantasyRebecca es una joven que tiene en su posesión un brazalete que le pertenecía antes a su abuelo, el cual puede controlar la ira de las personas. Pero hay quienes quieren ese brazalete, entre muchos otros brazaletes, uno por cada sentimiento humano, a...