Danger Line

7. Amándonos.

Yoon Gi llegó junto a Taehyung y juntos se fueron al aeropuerto. Iban muy bien tapados pues no querían ser reconocidos, especialmente Taehyung.

Llegaron dos horas después a Japón y de ahí, rentaron un automóvil que condujo Suga, hasta Hokkaido .

El lugar era precioso, lleno de nieve y el hotel donde se quedarían estaba conformado por una serie de cabañas aisladas una de la otra, con todos los servicios necesarios. Ocuparon la que estaba más alejada de las demás y una vez que entraron, se miraron sonriendo.

─ Desempaquemos y luego, si quieres iremos a comer y a conocer el lugar, mañana podremos esquiar desde la mañana. – Le dijo Suga al menor quién asintió con la cabeza.

Entraron a la habitación, y de pronto ambos cayeron en la cuenta de que les habían dado una cabaña con una sola cama.

─ Iré a pedir un cambio de cabaña, con dos habitaciones. – Dijo Taehyung, pero Suga lo detuvo del brazo y le dijo, mirándolo a los ojos.

─ Por mi está bien, así dormiremos más calientes. ¿No te parece? – Le preguntó algo serio.

─ Pero... será incómodo, hyung. –

─ No lo será. Y las de dos habitaciones están en el centro del hotel, y no quiero estar ahí. – Le contestó molesto.

─ Está bien, entonces nos quedaremos en una sola. – Le dijo sonriendo y para destensar el ambiente añadió. – Pero no te quejes si te pateo, hyung. –

A lo que Suga contestó de inmediato.

─ Si me pateas, te regresaré cada patada que me des, mocoso. – Y se rió también.

─ Como quieras, hyung. – Y se metieron a la recamara y desempacaron sus cosas en los pocos muebles que había ahí.

Tenían una televisión de plasma y habían llevado una computadora portátil a pesar de las protestas de Yoon Gi, pues Taehyung no quería estar del todo incomunicado con su equipo de campaña.

─ No hablarás con ellos aquí, en la habitación. Si quieres, puedes ir a la cocina o algún lugar que no ocupe yo. – Le advirtió Suga.

─ Está bien, Suga. – Le contestó, sin embargo no la encendió. Esperaría al menos dos días.

Cuando terminaron sintieron mucha hambre.

─ Vayamos a comer y a conocer el lugar. ¿Te parece, Taehyung? –

─ Claro hyung, como tú digas. – Y el muchacho se puso un enorme abrigo con gorro y lentes, para no ser reconocido.

Suga lo observó sonriendo y él también se cubrió, más bien por el frio que por otra cosa.

Comieron con apetito y luego caminaron por una senda hacia el lugar donde se esquiaba. Observaron a todos los chicos y chicas que se aventaban para esquiar en un solo esquí, o bien en unas patinetas. Eran chicos muy osados.

─ ¿Sabes patinar y esquiar? – Le preguntó Yoon Gi al menor.

─ Sí, claro. ¿Y tú? – Le preguntó a su vez.

─ No. Puedo andar en patineta o en patines de piso, pero en el hielo, la verdad, nunca lo he hecho. –

─ Yo te enseñaré, es muy fácil, hyung. – Le dijo, mirándolo con una sonrisa.

─ Está bien, lo tomaré como el pago a todos los gastos que haremos aquí. –

─ Ya te pagaré, hyung, lo que ocurre es que no pude sacar dinero del banco, pero la próxima vez me avisas con tiempo y pagaré mis gastos. –