Capítulo 12. Nuevo Inicio.

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Como era de esperarse, Taehyung ganó las votaciones por un margen de más del doble, sobre su más cercano competidor, que era Jun Suho.

Por más que se hicieron algunas protestas organizadas por la gente de Jun, la decisión había sido democrática, así que se le dio el certificado de ganador y se programó la toma de poder para el mes siguiente.

Por otro lado, Jun seguía encerrado en Japón. En la cárcel preventiva. Se le deportaría de inmediato, pues si dejaban pasar más tiempo, se iría contra sus derechos humanos.

Así que regresó a Corea del Sur, fuertemente custodiado por el ahora ejército de Taehyung, y se le encerró en una cárcel de máxima seguridad, aislado y sin posibilidad de comunicarse de ninguna manera con nadie.

Su familia protestó.

Su caso se llevó a la corte de la Haya pues decían que se le perseguía por crímenes políticos, que no habían sido comprobados y su abogado movió todos sus contactos para que intercedieran por él, sin embargo, el caso era tan evidentemente en su contra, que no lo admitieron como un crimen que tuviera que ventilarse en la corte internacional.

Siendo así, no le quedó más remedio que esperar a ser juzgado en su país, y luego condenado, como todos esperaban.

En cuanto a las tierras que había expropiado para el país, según él, fueron devueltas a sus dueños originales, entre los cuales estaban Hoseok y Taehyung.

De Hoseok, su familia regresó y comenzaron de nuevo, contratando gente para lograr sacar adelante los campos y cultivos que estaban esperando para ser cosechados.

Taehyung renunció a sus tierras, y las asignó para uso oficial, analizando muy bien, para quienes serían.

La ceremonia de la toma de poder se preparó con toda gala, y como siempre, acudieron mandatarios de otros países para presenciarla.

Ese día, Taehyung estaba muy guapo, con su esmoquin negro y muy bien arreglado. Yoon Gi lo observó orgulloso de que ese chico fuera su pareja. Él también fue invitado, y en todo momento estuvo a la vista del nuevo presidente.

Fue una ceremonia muy emotiva, pues todo el pueblo estaba de acuerdo en que su nuevo mandatario era justamente, el que deseaban que fuera.

Todo el país quería trabajar a su lado, apoyarlo y sacar el mejor provecho para todos, como un país unido por un líder que había logrado sacarlos de una dictadura espantosa.

Suga estuvo a su lado, en el día era su asistente personal, consejero, y hombre de confianza, por las noches, en cambio era su amante, su pareja y el amor de su vida.

Taehyung esperaba con ansias regresar junto a Yoon Gi y hablar con él, mirarlo, y platicarle todo lo que sucedía.

Aunque estaban juntos la mayor parte del tiempo, había veces que la gente solicitaba hablar con él, a solas y entonces Suga debía retirarse a su oficina. O bien, había veces en que algún visitante, miraba demasiado a Suga, haciendo que los celos del joven presidente estallaran, provocando entonces que el visitante fuera sacado de la oficina de mal modo.

Yoon Gi veía que Taehyung no soportaba que la gente lo mirara demasiado, como si se lo pudieran comer con la mirada. Le gustaba esa faceta de su novio, celoso y posesivo, pero al mismo tiempo esto repercutió en tenerlo aún más aislado.

Entonces se daba cuenta de que él, realmente, no era para esa vida. No por Taehyung, sino porque él quería ser una persona independiente. Ejercer la medicina y curar personas. Realizar la actividad que había estudiado y que era lo que siempre soñó.

Danger LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora