.Cuatro.

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— no debiste venir.

— las visitas son una vez al mes,brujula rota— murmuró la chica,mirandolo con cariño, en sus ojos las lágrimas amenazaban con salir.

— si...¿No estas incomoda?— preguntó al ver como su esposa sonreía timida a todos los reos que la miraban con lujuria; aunque los separe una pared y vidrios blindados.

Ella acomodo el teléfono en su oreja y nego.

— te traje algunas cosas...justo ahora las deben estar revisando— zoro asintió.

Tenía algo que le carcomia la cabeza.

— ¿Conoces a luffy?— preguntó mirándola a los ojos,ella ladeo la cabeza sin entender.

— mugiwara— dijo depues de ver a la chica no entender.

— ahora que lo dices hay una empresa nueva llamada así,tu padre quiere hacer negociaciones con ella y...

— pasame con sanji. Ahora.— espetó,sabiendo que algo no cuadraba,la chica lo miró triste y enojada.

— si es lo que quieres— murmuró antes de dejar el teléfono en la mesa del otro lado.

Zoro suspiró,mirando a los otros reos hablar con sus novias/esposas/amigos / familiares.

Pudo ver que en el último puesto estaba luffy,echado en la silla como si fuera el amo de toda la mierda que estaba allí y de la que no era.

— marimo. No sabía que después de un mes me extrañaras tanto— el rubio se sentó en la otra silla,con su traje azul pulcro.

— claro,diva...o debería decir "ex-diva"— sanji en vez de tensarse sonrio complacido.

— hace mucho no me llamaban así y si lo haces tu...debo admitir que luffy te está protegiendo bien— zoro ladeo la cabeza ,sus ojos se volvieron hacía el  chico de cabellos largos oscurecidos solo para volver hacia sanji.

— ¿Por que no me lo dijiste?— preguntó ,sanji suspiró.

— ¿Que podrías decirte? ¿Que maté a ...una Dulce damisela y que por eso estuve aquí? En este lugar aprendí a querer y a respetar a las mujeres,zoro... . Estás en un lugar muy oscuro donde luffy ...es tu única "luz"... te vaya bien marimo. Disfruta y cuidado con ir a la biblioteca sin permiso— sanji se levantó.

— espera...

—¿Mhp? ¿Que pasa marimo?— sanji volvió  a colocarse el teléfono en su oreja.

— ¿Quién está en el último cubículo?— sanji se sentó y miró hacia el lugar,donde pudo ver a tres personas. Un pecoso,un rubio y una mujer alta de cabellos largos negros.

— dos hombres y una hermosa mujer,marimo ¿Por?— volvió su mirada hacía zoro.

— nada.  Por cierto; dice luffy que vuelva con tus visitas,estraña tu culo— sin mas se levantó y comenzó a caminar,algunos reos aún lo miraban con lujuria y comentarios morbosos sobre él,pero un simple impulso hacía tras y un "callense,perras"por parte de mugiwara callaba a todos.

Las visitas terminaron demasiado pronto para el gusto de algunos presos.

Ahora todos comían para luego volver a sus celdas.

— preso número 1000,lo solicitan para su...-

— no voy a ir a semejante mierda,yasopp. Entiende— el guardia de gran nariz lo miró con tristeza y quiso replicar.

Prisioneros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora