Voluntad

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Ese sábado por la mañana cuando Ryoken despertó su voluntad fue puesta a prueba.

El olor a menta y lirios de Yusaku había invadido la habitación desde temprano más de lo normal, no solo eso, tenía al Omega aferrado a él con la respiración agitada y el rostro sonrojado. Tal vez de forma inconsciente por el calor que sentía, Yusaku había desabotonado su camisa de dormir y ahora está caía por su hombro... el Omega se veía hermoso, más que cualquier otro día.

- Maldición - susurró tratando de moverse, pero había un par de problemas... uno de ellos sobre él y el otro entre sus piernas - Yusaku... Yusaku... estas en celo... esto es malo... Yusaku...

- Ryoken - gimió.

Maldita sea... su voluntad era fuerte, pero parecía que Yusaku estaba atacando con todo lo que tenía esa mañana... ahora entendía porque su padre le había dado los supresores...

- Yusaku... no quieres hacer esto, despierta.

- ¿Qué...?

Cuando el Omega despertó vio la situación en la que se encontraba... la poca cordura que le quedaba le decía que aquello era malo, pero el celo combinado con su poco sentido común de las 5:30 am no parecía darle mucha importancia. Sin darse cuenta se había subido sobre Ryoken y buscaba besarlo...

- ¡Maldita sea!

Tras el grito de Ryoken se escuchó un estruendo por todo el departamento. Yusaku había terminado en el suelo a unos metros de la cama y Ryoken encerrándose a sí mismo en el baño del cuarto... esto era malo, muy malo... estaba encerrado en su habitación con un Omega en celo que no era su pareja (aun) y que, para el colmo, ¡Tenía que presentar un proyecto a una empresa importante esa tarde!

- ¿Por qué fue eso? - preguntó Yusaku un poco más despierto y luego de usar el supresor que, en su camino al baño, Ryoken le había lanzado, aún se sentía algo mareado y exitado, pero al menos podría mantener una conversación.

- Aun lo preguntas - susurró Ryoken buscando la bolsa que le había entregado su padre el día anterior - ¡Era eso o violarte ahí mismo!

- Oh...

¿En serio esa iba a ser su única respuesta?

- Como sea... tendrás que... quedarte en casa...

- ¿Estas exitado? - "Maldito Yusaku... al menos no seas tan directo" pensaba Ryoken al otro lado de la puerta.

- N-ni se te ocurra ofrecer tu ayuda...

- Va a ser difícil que llegues solo... y estoy en condiciones similares, tal vez...

- No...

- Nos ayudará a ambos... - comenzaba a sentir como su temperatura corporal aumentaba de nuevo - n-No puedo quedarme en casa hoy... s-Si lo hacemos... al menos podré soportar un poco más... por favor... Ryoken...

Soltó un suspiro. Luego tendría tiempo para analizar que estaba mal en todo eso, por ahora tenía tres problemas:

Primero: su pareja destinada en celo al otro lado de la puerta. Segundo: ese mismo Omega tenía que hacer una presentación y lo supresores no funcionaban en él. Y tercero: una dolorosa ereción que rogaba por ser atendida. Desbloqueo la puerta.

Tan pronto como lo hizo Yusaku entró y comenzaron a besarse. Sus bocas se comían entre sí, sus lenguas danzaban en sus bocas y la temperatura del baño aumentaba. Caminaron a tropezones hasta la regadera, al menos el agua fría podría ayudarlos a mantener un poco la cordura.

La ropa de ambos terminó tirada en el suelo del baño, Ryoken levantó a Yusaku por la cintura y este enrolló sus piernas al rededor de la cadera del Alfa, continuaban besándose bajo el agua mientras una de las manos del Alfa sujetaba al Omega por la cadera y la otra comenzaba a dilatar la ya húmeda entrada del Omega. Yusaku reprimía sus gemidos en los labios del Alfa.

Together (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora