Curiosidad

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Cuando el timbre de la casa de Kusanagi Jin resonó por todo el lugar un pequeño de cabellos azules y mechas rosadas se puso de pie de un salto dejando su libro de colorear a un lado. Siguió de cerca a su tío para ver quien tocaba la puerta a esas horas.

- Siento el retraso, Jin - saludo Yusaku entrando - ¿Como esta Daichi?

- Ya debe estar dormido - Jin estaba a punto de cerrar la puerta cuando vio a la otra persona que acompaña a Yusaku.

- Perdona la intromisión, Kusanagi-kun - saludo Ryoken.

- Oh... Kogami-san, ha pasado un tiempo...

- Es bueno verte ¿Cómo está Aoi...?

- ¡Ryoken-niisan! - exclamó Daichi saltando a los brazos del peliblanco.

- Daichi - pronunciaron Ryoken y Yusaku al mismo tiempo al ver al pequeño de casi 3 años.

Ryoken acepto el abrazo del pequeño y lo cargo. Siempre había tenido un cariño inexplicable por ese pequeño... Desde el día que nació Ryoken se había enamorado del pequeño, creía que podía ser porque le pequeño era igual a Yusaku a excepción de sus ojos...

Yusaku soltó un suspiro mientras veía a su amigo y su hijo.

- ¡Daichi, deberías estar dormido! - regaño Jin - perdón Yusaku...

- Esta bien, sé como es Daichi... - acercandose a Daichi y Ryoken - Daichi, despídete de tu tío Jin.

- ¡Adiós tío Jin! - exclamó aun en brazos de Ryoken.

- Gracias por todo Jin - se despidió Yusaku - Salúda a Aoi de mi parte...

- Claro, adiós Yusaku, fue bueno verlo de nuevo Kogami-san.

- Adiós Kusanagi-kun.

Los tres salieron del departamento y del edificio. Por todo el camino Daichi fue contando todo lo que hizo en su día a su papá y a Ryoken, al menos hasta que se quedo dormido en el asiento trasero del auto.

- A veces me sorprende que tu hijo sea tan social - menciono Ryoken al apagar el motor.

- Solo cuando tu estas cerca... No le gusta estar con otros niños de su edad.

- En algo tenía que parecerse a tí - sonrió cargando a Daichi se nuevo pasa sacarlo del auto.

- Yo me ocupo - pidió Yusaku tomando a Daichi en brazos - gracias por traernos...  Fue muy amable de tu parte.

- Te lo dije. No iba a dejar que caminaras solo a mitad de la noche con tu cachorro...

- Buenas noches, Ryoken.

- Buenas noches, Yusaku...

Se despidieron, Ryoken observo a Yusaku hasta que esté subió al ascensor con Daichi en brazos. Pensar que aquella podría ser su familia le hizo soltar un pesado suspiro.
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- Papá... ¿Por qué no veo a Ryoken-niisan tan seguido?

Desde el sábado por la mañana (día que solo trabajo medio tiempo en la mañana y paso el resto del día junto a Daichi) el pequeño había estado preguntando por Ryoken. El domingo (día libre) habían ido al zoológico por invitación de Ryoken, almorzaron juntos en un restaurante y regresaron a casa.

Era lunes, Yusaku tenía que trabajar y Daichi se quedaría al cuidado de Jin y Aoi otra vez, pero el pequeño no dejaba de preguntar sobre  Ryoken.

- Porque él tiene mucho trabajo, además... Vivíamos en ciudades diferentes, no podía visitarnos seguido

- Pero ahora... ¿Podremos verlo más seguido?

- En serio quieres mucho a Ryoken ¿No?

- ¡Ryoken-niisan es el mejor! - exclamó - siempre me da regalos muy lindos y es amable.

Together (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora